Este movimiento asegura que jubilarte a los 40 años es posible si cambias tu estilo de vida

Los practicantes del movimiento FIRE ahorran aproximadamente la mitad de sus ingresos viviendo de manera minimalista y anticonsumista

Los mileniales estamos jodidos. Llevamos una década lanzándole dosis automáticas de optimismo a ese futuro tan oscuro que nos han traído estos tiempos, pero el escenario apocalíptico que los gurús económicos se empeñan en dibujar para nuestra jubilación resulta difícil de contrarrestar. De hecho, y nuestra jubilación, la jubilación es la segunda preocupación financiera de nuestra generación. Nos vemos currando hasta los 75 años y cobrando una pensión ridícula después. Con este panorama en nuestras narices, algunos están prometiendo oro: jubilarnos felizmente a los 40 años. No es broma.

Son adoradores del movimiento FIRE, acrónimo que responde al concepto financial independence, retire early independencia financiera, jubilación temprana. Su propuesta teórica es sencilla: ahorra la mitad de tu salario, inviértelo en algún producto suculento y cuando entres en la cuarentena tendrás unos ingresos pasivos que elevarán tu alma hasta la libertad. Podrás dejar de trabajar. Podrás dedicarte a aquello que amas. Podrás mandar al sistema a la mierda. Precioso, ¿verdad? Demasiado bueno para ser cierto debes andar pensando. Yo también. Por eso he llamado a Guillem, autor de la web proFIRE La Hormiga Capitalista, para que me lo explique mejor.

Primer paso: ahorrar

Messi puede ahorrar. Rosalía puede ahorrar. Pero para la inmensa mayoría de mileniales, víctimas de la precariedad salarial, suena utópico. Guillem concuerda: "Algunos seguidores del movimiento FIRE aseguran que cualquier persona puede conseguirlo. Eso es ingenuo. La realidad es que estamos en un país donde los salarios son bajos. Para alcanzar la independencia financiera tienes que ahorrar como un 50% de tu sueldo, y si cobras 1.000 euros al mes, vivir con 500 es vivir muy apretado. De todas formas lo más importante es tu estilo de vida". ¿El de anacoreta? ¿Sufrir para disfrutar a los 40 años?

Resulta que no, que la filosofía FIRE no va de paralizar tu vida bajo la promesa de una madurez mejor. Se trata de vivir bajo principios más sanos como el minimalismo, el anticonsumismo o la frugalidad. Y mantenerlos hasta el último aliento. "Podrías ganar un millón de euros que si tu estilo de vida requiere que gastes 990.000 euros porque tu felicidad cuesta ese dinero nunca serás independiente financieramente. Serás incapaz de ahorrar lo suficiente para mantener tu estilo de vida cuando te jubiles. Es una cuestión de porcentajes y de aprender a vivir con lo realmente necesario", explica Guillem.

Y una cuestión de creatividad en el gasto: consumo de productos de segunda mano, utilización de servicios de share economy como Blablacar o alquiler en lugar de compra cuando salga más rentable, aún cuando tengas dinero suficiente para comprar primera mano como un consumidor estándar. Un estoicismo que, según Guillem, debe mantenerse en el tiempo para combatir el lifestyle inflation: "Ocurre cuando aumentas tus gastos conforme aumentan tus ingresos. En cambio, si mantienes tu modo de vida y tus gastos cuando empiezas a ganar más, el ahorro se dispara".

Segunda paso: invertir

Ya tengo mis ahorros guardaditos en el banco. Pero, ¿por qué no puedo simplemente dejarlos ahí para disfrutar en unos cuantos años? le pregunto a Guillem, que prefiere mantenerse anónimo para que su actual empresa no tome represalias al conocer que tiene pensado abandonarla antes de lo previsto para lanzarse a una sabrosa jubilación anticipada. "Porque la inflación se comería tus ahorros y tendrías cada vez menos poder adquisitivo. Tienes que generar fuentes de ingresos pasivos mediante la inversión". ¿Cree Guillem que tenemos todos los conocimientos financieros del lobo de Wall Street?

"Si quieres hacer crecer tus ahorros invirtiendo tienes que asumir riesgos. A día de hoy, las inversiones consideradas seguras como los depósitos no están dando prácticamente nada. Invertir de manera inteligente es fácil. La dificultad está en mantener esa inversión y para eso sí hace falta manejar unos conocimientos mínimos. Por ejemplo, en este último mes hemos tenido bajadas en los mercados. Quien desconozca que es temporal y que esas pérdidas a corto plazo son normales, podría retirar su inversión, aunque estadísticamente a largo plazo debería ganar dinero", cuenta Guillem.

A mí me sigue pareciendo tan peligroso como Invernalia, pero hay una cosa que tengo clarísima: practicar el FIRE implica empoderarse financieramente. Ser más responsable de cuanto ganas y cuanto gastas. Conocer más sobre cómo funciona ese sistema en que vives para aprovechar sus ventajas y esquivar sus demonios. "Hasta ahora los españoles no habíamos tenido que responsabilizarnos de nuestras pensiones porque para algo pagábamos la Seguridad Social. Ahora que peligran las pensiones la gente está empezando a cambiar el chip". Puede que sea el futuro al que nos han lanzado irremediablemente.