Los peligros del “haz lo que te gusta”: esto es lo que puede pasar cuando trabajas de lo que te apasiona

Trabajar en algo que te motiva es importante, pero no lo es todo y puede complicarte la vida en ocasiones

Una de las estrategias del neoliberalismo, inoculada a través de esa rama de la psicología conocida como psicología positiva, para que vayas a trabajar con la sensación de que lo haces por ti y no para enriquecer a otras personas, es venderte el cuento de “encuentra un trabajo que te apasione y no volverás a trabajar un solo día de tu vida”. Te quieren hacer sentir que madrugas de lunes a viernes por motivación propia y no porque necesitas la pasta para sobrevivir. Y ojo: está claro que currar en algo divertido, algo donde no te mueres de aburrimiento, está bien, pero obsesionarte con dedicarte a algo que en principio te apasiona tiene sus consecuencias negativas.

Así lo explica John W. Mitchell, autor de Fire Your Hiring Habits: Building an Environment That Attracts Top Talent in Today’s Workforce, en una publicación en FastCompany, donde expresa literalmente que el consejo de “convierte tu pasión en tu trabajo” es “una mierda”. Y tiene múltiples razones para sustentarlo. La primera de ellas, escribe, es que “es posible que muchos jóvenes ni siquiera puedan responder a esa pregunta de qué es lo que les apasiona”. Porque no a todo el mundo le flipa algo. Esto te deja con una sensación de orfandad y de no tener lo que se requiere para vivir una vida laboral satisfactoria. Sientes que hay algo malo en ti. Que te falta algo esencial

Puedes acabar odiando tu pasión

La segunda razón tiene que ver con el disfrute: las pasiones que realizas en tu tiempo libre están rodeadas de un halo de independencia y de motivación intrínseca, pero cuando las transformas en tus tareas obligatorias diarias en la oficina comienzan a perder sabor. En palabras de Mitchell, “si de repente una pasión se convierte en tu única forma de ganar dinero puede convertirse en una tarea monótona y parecer más un trabajo que una pasión”. Pierde la gracia. Deja de ser tan estimulante. Y paradójicamente, aunque elegiste trabajar en algo que te apasionaba, terminas no haciéndolo porque esa pasión deja de ser pasión. Y encima la pierdes también como hobby. Un desastre.

Además, seguir tu pasión también te hace más vulnerable a los abusos de lxs empresarixs. “Cuando estás en un trabajo que te apasiona, te pueden explotar porque te sientes tentado a trabajar 20 horas al día”. Al menos al principio, hasta que esa pasión deja de serlo. No hay que olvidarlo nunca: incluso si te gusta, es un trabajo, y el salario, el horario y el trato que te dan siguen siendo capitales. Por último, escribe este experto, seguir tu pasión puede hacerte chocar con la realidad. “Digamos que me apasiona la gimnasia y mido 1,90. Probablemente no sea una buena idea”. Por todo ello, Mitchell recomienda escoger carrera en función de tus habilidades. Tú decides.