Probablemente haya mil vivencias que te encantaría recordar con todo lujo de detalles el resto de tu vida. Momentos únicos con tu grupo de amigxs. Escenas familiares que no sabes si volverán a repetirse. Instantes íntimos con una persona a la que amas con toda tu alma. Es difícil de asumir, pero la frescura de todos esos recuerdos irá desapareciendo hasta difuminarlos. O quizá no. Todo depende de cuánto cuides tu memoria y de cuánto colabores con tu cerebro para la preservación de esos recuerdos. Una preguntita: ¿te permites soñar despiertx o vives full concentradx?
Cuando te aburres hay silencio
Porque es una cuestión clave. Según Anna Chambers, principal autora de un revolucionario estudio publicado en Cell Reports, “cuando estás despierto pero desconectado, como soñando despierto, eres menos consciente de los eventos que suceden a tu alrededor y nuestra investigación muestra que esto sucede por una buena razón: el cerebro está ocupado escuchando los recuerdos”. En concreto, tu corteza cerebral, que permanece atenta a los recuerdos que tu hipocampo le envía en forma de ondas lentas. Cuanto mejor los oiga, mejor los recuperará. Y podrás resucitarlos.
Hacer nada está bien
Dicho de otra manera: todo tu cerebro se detiene para poder percibir los recuerdos, entenderlos y revivirlos. En este sentido, en palabras de Bergland, “la investigación sugiere que el aburrimiento y no prestar mucha atención a una tarea monótona hace que el cerebro sea más receptivo a recuerdos débiles o distantes que de otro modo pasarían desapercibidos”. Por el contrario, la sobreestimulación, estar todo el día hiperconectadx, enchufadx a las redes sociales, enganchadx a las plataformas de streaming y entregadx a los videojuegos te aleja de tus propios recuerdos.
“Sin ensoñaciones, los recuerdos enterrados en lo profundo del hipocampo nunca podrían burbujear en la conciencia y podrían perderse en la confusión”. Dejarías en el olvido infinidad de momentos maravillosos. Y todo por no darte la oportunidad de no hacer nada. De estar por estar. De hastiarte. Además, esta recuperación de recuerdos que tiene lugar durante la ensoñación aburrida también te proporciona el material necesario para imaginar. Es la base de la inventiva. Tu nivel de creatividad depende de cuánto estés dispuestx a aburrirte. ¿Qué vas a elegir?