La frase que más usan las personas exitosas

A causa de ello son conocidas también entre lxs expertxs en psicología como admitidoras

Scott Shigeoka es uno de los autores de psicología que más han profundizado en las claves del éxito individual. Uno de sus ensayos, Seek: How curiosity can transform your life and change the world, gira en torno a la importancia de la curiosidad en la vida de las personas que suelen ser percibidas como triunfadoras. Pero no es el único ingrediente clave. En un artículo para la sección Make it de la CNBC, el propio Shigeoka dice que, “como experto en psicología, he descubierto que las personas muy exitosas son admitidoras de errores que no tienen miedo de decir tres simples palabras: me equivoqué”. Puedes insertar ahí cualquier otra variante de aceptación de culpabilidad.

Paradójicamente parte de la sociedad tiene asimilada la idea contraria: les cuesta admitir un error porque sienten que serán percibidxs como unx fracasadx. Algo que la investigación científica contradice de principio a fin. En palabras de Shigeoka, “los investigadores han descubierto que cuando alguien admite que se equivocó no se le considera menos competente” e incluso ocurre lo contrario y “la gente los considera más inteligentes, más comunitarios y más amigables”. Empecinarte en tu postura cuando sabes que no tienes razón no es fortaleza. No es un comportamiento digno de una persona que confía en sí misma. Es una muestra de inseguridad y de debilidad.

Escucha atentamente lo que te dicen los demás

Pero el autor va más allá. Cuenta en esa misma publicación que la humildad que requiere admitir los errores se traduce en las personas que son exitosas en otras muchas actitudes saludables. Como solicitar más información. “Cuando alguien te diga que estás equivocado, en lugar de ponerte inmediatamente a la defensiva, siente curiosidad por saber por qué te dice eso, responde con un ¿puedes contarme más? y escucha de verdad lo que tiene que decir”. Los beneficios son múltiples: aprenderás más, serás percibidx como más humilde y prosocial y lograrás que tu ego se mantenga a raya en lugar de alimentarlo con comportamientos tercos que te hacen más pequeñitx.

Además, y siempre según Shigeoka, las personas exitosas que piden perdón por sus fallos están también mucho más predispuestas a aceptar el perdón de los demás con calidad. Y decimos con calidad porque mucha gente no es humilde a la hora de perdonar: lo hacen con altanería y hacen que quien pide perdón se sienta humilladx. No es el camino obviamente. Por último, parece ser que las personas admitidoras tienen también más asimilada las prioridades en su vida. Por eso les resulta más sencillo pedir perdón en los conflictos de pareja. Porque entre tener razón o ser felices eligen ser felices. ¿Lo mejor de todo? Es un ingrediente del éxito que ya está en ti. Solo tienes que mimarlo.