No es un secreto que los hombres, en general, tienen redes de apoyo emocional más débiles que las mujeres. Mientras ellas encuentran un lugar de desahogo y validación en amigas, familia y espacios comunitarios, muchos hombres han terminado depositando todo ese peso sobre sus parejas. Este fenómeno tiene nombre: Mankeeping. Así lo explicaba la cuenta de Instagram de Lily O’Farrell, @vulgadrawings.
El ‘Mankeeping’ es cuando una mujer asume la carga emocional de su pareja debido a la falta de una red de apoyo masculina. No solo es su novia, sino su terapeuta, su mejor amiga y, muchas veces, su único espacio seguro. Mientras tanto, el hombre, incapaz de compartir sus emociones con amigos por miedo a ser visto como alguien débil, queda atrapado en relaciones superficiales llenas de bromas y sarcasmo. Si alguna vez has visto a tu novio pasar horas con sus amigos sin tocar un solo tema personal, entonces sabes de lo que estamos hablando.
El problema es que esta carga emocional no es equitativa. Mientras las mujeres siguen encontrando apoyo fuera de la relación, los hombres dependen enteramente de su pareja. Cuando una pareja heterosexual rompe, la diferencia es clara: por lo general ella mantiene su red de apoyo; él, en cambio, se encuentra en un vacío emocional.
Un trabajo emocional invisible
El Mankeeping bebe de otra teoría acuñada por sociólogxs que han pensado en las brechas entre géneros. Se basa en el concepto de Kinkeeping, que describe el trabajo emocional que muchas mujeres han hecho tradicionalmente para mantener a las familias unidas. Son ellas quienes recuerdan los cumpleaños, organizan reuniones y fomentan las conexiones familiares. En el caso de la pareja, son muchas veces las mujeres quienes organizan la vida social de sus novios, presentándoles amigos nuevos o incluso enviándolos a “citas de hombres” con potenciales compañeros.
El trasfondo de esta situación es claro: los hombres también son víctimas del patriarcado. No han sido educados para valorar las habilidades emocionales ni para construir y cuidar amistades profundas. En una cultura donde la vulnerabilidad sigue viéndose como debilidad, muchos terminan sin espacios seguros para expresarse. Es por esto que algunas expertas proponen llamar a la crisis de la soledad masculina “brecha de habilidades emocionales”.
La solución no es que las mujeres dejen de apoyar a sus parejas, sino que los hombres aprendan a diversificar sus redes de apoyo. Tener amigos con quienes hablar de emociones no debería ser revolucionario, pero en el contexto actual, lo es. La salud emocional de una persona no puede depender de una sola fuente. Y hasta que los hombres no lo entiendan, el Mankeeping seguirá siendo una carga invisible que muchas mujeres llevan a cuestas.