La razón por la que las mujeres se ven obligadas a ahorrar más que los hombres

El informe desvela lo difícil que es para una mujer intentar alcanzar una independencia financiera

Un estudio llevado a cabo por el banco online N26, y que difunde Business Insider, ha descubierto que las mujeres españolas son, junto con las mujeres austriacas, las que más ahorran de toda Europa. En concreto, un 10% de su sueldo, lo que en total representa un 15% más de lo que ahorran los hombres españoles. Un dato que en principio podría parecer neutral. Ellas simplemente son más precavidas. O tienen un menor espíritu consumista. Sin embargo, la realidad es muy diferente: el motivo por el que ellas se ven obligadas a ahorrar más porcentaje de su sueldo que los hombres es que cobran mucho menos y se sienten bastante más expuestas financieriamente.

En promedio, y según indican desde este medio especializado en finanzas, basándose en un informe publicado recientemente por Comisiones Obreras, “el salario anual medio en el caso de las mujeres representa un 80% del de los hombres en nuestro país. Aproximadamente unos 5.250 euros menos cada año. Y claro, esto conduce a las mujeres a una actitud mucho más conservadora respecto a su dinero. Necesitan preservar más para poder generar colchones de seguridad similares. No obstante, la diferencia de ingresos es tan alta que incluso ni con este comportamiento de ahorro tan pronunciado consiguen igualar esos colchones. Ellos ahorran menos porcentaje pero más dinero.

Más desigualdades y más riesgos financieros

En palabras de Leila Maria Kehl, mánager del grupo de estrategia del N26, “las mujeres suelen sentir un mayor riesgo financieros que los hombres y lo mitigan ahorrando: la penalización de la maternidad, la distribución desigual de la riqueza y el cuidado no remunerado de otras personas contribuyen” a esta fenómeno. Uno con consecuencias dramáticas para las mujeres.

Después de todo, y como refleja otro estudio, de Mastercard esta vez, el 66% de las mujeres en España cree que nunca conseguirá la ansiada independencia financiera. Que seguirán atadas de por vida a la ayuda económica de sus padres o de sus parejas. Probablemente no sea así. Pero esa sensación ya es preocupante.

Lo es porque informa del pesimismo financiero en el que viven las mujeres a causa de las desigualdades socioeconómicas, algo que afecta con fuerza al desarrollo personal, a la estabilidad emocional y a la satisfacción vital. Ese ahorro tan intenso, ese ahorro que podríamos ver como un rasgo positivo, no es más que un mecanismo de compensación para tratar de alcanzar la independencia económica a pesar de los obstáculos que interpone la sociedad: “trabajos no remunerados, sueldos más bajos que los hombres y un abandono de las carreras profesionales para poder ser madres a tiempo completo son algunos de los más evidentes. Queda mucho trabajo por delante.