Prácticamente todas las personas que viven dentro del sistema económico actual, y es casi toda la humanidad con excepción de algunas tribus indígenas que pasan olímpicamente del dinero, querrían cobrar más por su trabajo. Es comprensible. A fin de cuentas y más allá del hecho de poder tener una vida más lujosa, lo que un mejor sueldo te proporciona es precisamente tranquilidad respecto a no quedarte sin dinero. Estar en el mundo sin ansiedad económica. Sin tener que hacer cosas que no deseas hacer para poder salir adelante. Ahora bien: no pienses que lo de tener un sueldo mejor depende de tu inteligencia porque no es así. Son otras cualidades psicológicas las que importan.
Así lo ha probado una nueva investigación titulada Levels of Cognitive Ability of Top Earners y publicada en la revista European Sociological Review. Tras analizar las capacidades cognitivas de 60.000 trabajadores de Suecia, y como indican desde Business Insider, medio que difunde el estudio, los autores “descubrieron que los salarios más altos no se pagan necesariamente a quienes son más inteligentes”. Y esto no implica que no sea importante tener buenas capacidades lingüísticas, buenas capacidades de cálculo o buenas capacidades de memorización. Seguro que juegan un papel más o menos valioso. Implica que hay otros rasgos de la personalidad que condicionan más intensamente.
Asumir responsabilidades
¿Cuáles? Según otro estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Maguncia, en Alemania, “los datos relacionaron la riqueza con una gran disposición a asumir riesgos, a una estabilidad emocional y a una elevada concienciación”. Y aunque no haya explicación científica para estos vínculos, puedes hacerte una idea. Asumir riesgos puede llevarte a cambiar de proyectos, a lanzarte a ser autónomo o al emprendimiento, cuestiones que pueden aumentar tus probabilidades de conseguir mejores ingresos. Tener estabilidad emocional hace que te desenvuelvas bien en los equipos e incluso que los líderes bien. Tener mucha consciencia hace que te tomes en serio tus funciones.
Además, apuntan desde Business Insider, las personas que tienen muy buenos sueldos “no se dejan llevar por el estrés o por la presión, se interesan por cosas diferentes y son un poco más autoorganizados”. Por supuesto, tu personalidad es tu personalidad y, aunque existe cierto margen de matización, aunque puedes alimentar esas partes de ti que pueden llevarte a mejores sueldos, si partes muy lejos de esos rasgos te será mucho más complicado. No puedes pasarte la vida fingiendo ser lo que no eres. Además, piensa que la personalidad es solo un factor en todo esto: la experiencia, la titulación universitaria y, desgraciadamente, el género, también importan. No todo depende de ti.