Un 17% de los jóvenes simularía tener pareja para conseguir el alquiler de un piso

Algo está muy mal cuando tienes que sufrir la ansiedad de fingir una relación para que te den algo que te corresponde por derecho según la Constitución

¿Otra vez con la vivienda? Otra vez con la vivienda. Porque este no es un tema cualquiera con el que llenar las páginas de los medios: es el principal obstáculo de la ciudadanía para tener una buena vida. Y en especial de la ciudadanía joven. Tal como revela la última encuesta realizada por la plataforma de alquiler HousingAnywhere, el 72,8% de lxs jóvenes padece estrés debido a la diferencia entre sus ingresos y el precio del alquiler en España. Además, cada año son más lxs que se ven obligadxs a renunciar a la universidad de sus sueños a causa de los precios de la vivienda en algunas ciudades. Es una pesadilla permanente. Una que te obliga incluso a fingir.

Sí, la demanda de alquiler es tan bestia respecto a la oferta que lxs propietarixs pueden permitirse el lujo de descartarte fácilmente. Es decir, que ya no es solo que tengas que pagar mucha pasta todos los meses para vivir, sino que encima es posible que aún estando dispuestx a pagarla no te cojan. Quizá porque no tienes un sueldo de 60.000 euros anuales. O porque no le gustan tus pintas. O porque no tienes pareja. Es duro, pero es así: conseguir un contrato de alquiler es cada vez más una especie de casting que tienes que superar. Por eso alguna gente dice estar dispuesta a inventarse tener un novio o una novia para que le seleccionen. Así estamos.

En concreto, y según esta encuesta, muy en la línea de otras infos como la que situaba hace poco a Barcelona y Madrid entre las 150 ciudades más caras del mundo, “el 13,1% de los encuestados reconoce que simularía una relación de pareja con el fin de mejorar sus opciones de acceder a una vivienda de alquiler”, una cifra que aumenta hasta el 17,3% en el caso de lxs jóvenes nacidxs a finales de los años 90. Algo que si lo piensas es muy humillante. Tener que pasar por el estrés y la ansiedad de mentir para conseguir algo que la Constitución dice que es tu derecho es indignante. Habla mucho de la disparidad de fuerzas en las negociaciones por la vivienda.

No es la única estrategia de lxs jóvenes para salir adelante en un contexto tan crítico como este. Al parecer, un 8,8% está dispuestx a buscar alojamiento en más de una ciudad a la vez para ampliar sus posibilidades. Es lo mismo que decir que muchas ciudades españolas se están volviendo literalmente prohibitivas para la gente joven y no tan joven. Y, bueno, están muy bien los bonos de alquiler o la ayuda de 30.000 euros que propone el Gobierno para comprar pisos, pero esto ya no se soluciona con más parches de este tipo. Es un problema estructural que requiere una intervención más directa y valiente del Estado. ¿Será alguien capaz de hacerlo de una vez?