Cómo las elecciones de Estados Unidos han dividido a los votantes de izquierda más jóvenes

Votar por Harris o por una tercera opción ha dividido a la izquierda

Las recientes elecciones en Estados Unidos han dejado a todo el mundo boquiabierto. El titular es este: la población estadounidense ha decidido elegir a un presidente convicto, Donald Trump, antes que a Kamala Harris.

Las lecturas pueden ser varias: algunxs dicen que Harris ha perdido en gran parte por el machismo que todavía impera en la sociedad, otrxs apuntan a factores como el atractivo mensaje de Trump para las clases trabajadoras.

En el tablero político, hay otro fenómeno que ha captado la atención de muchxs, y es la división que se ha dado en las izquierdas y que seguramente también habrá jugado un papel importante en la derrota de Harris.

La gestión del conflicto de Israel divide a los jóvenes

El medio Dazed, por ejemplo, ha entrevistado a diferentes líderes y personas de la generación más joven de votantes y ha constatado que hay una brecha entre aquellxs votantes de izquierda para quienes la gestión del conflicto de Israel es decisiva en su voto y para aquellxs que no.

Es decir, para algunos, votar por Harris era la única opción viable para proteger los derechos de los más vulnerables en el país. Para otros, la complicidad percibida en la crisis de Gaza los impulsó a optar por candidatos de terceros partidos o a emitir un voto de protesta.

Dazed nos presenta el caso de Shannon, de 28 años, que explica cómo su relación de pareja casi se rompe cuando su novia se planteó no ir a votar como modo de protesta.

Para Shannon, como mujer negra, el voto va más allá de una postura política: es una herramienta para defender la vida de las minorías en Estados Unidos. La indiferencia de su pareja blanca le pareció un acto de privilegio que casi termina con su relación.

¿Pero por qué decidiría su novia no ir a votar cuando también es de izquierdas? Pues bien, el apoyo de Estados Unidos a la guerra en Gaza ha calado hondo en los jóvenes propalestina.

Según explica a Dazed el activista y educador Bu Ramiz, la guerra ha llevado a muchxs jóvenes a optar por votar a candidatxs de terceros partidos, como una “tercera vía” posible.

El dilema no era sencillo. Votar a Harris representaba la opción “menos mala posible”, como cuenta el expastor evangélico y ahora creador de contenido Brian Recker.

Recker recuerda cómo, en 2016, votó por un candidato de un partido minoritario y se arrepintió al ver ganar a Trump. Ahora, aunque simpatiza con la causa palestina, considera que votar por Harris es una manera de no terminar peor y limitar daños entre su gente.

Una polarización evidente

La frustración y el descontento son palpables, especialmente en las redes, donde el discurso entre quienes votan por Harris y quienes eligen un voto de protesta está cada vez más en las antípodas.

Divyne, un creador de contenido socialista, critica la idea de que los jóvenes que no votan por Harris sean considerados “egoístas” o “insensibles”.

Para él, esta elección se ha vuelto una cuestión de responsabilidad moral, con cada grupo tratando de tomar la decisión que mejor refleja sus valores y preocupaciones.

Está claro que la división de la izquierda habrá jugado a favor de Donald Trump en estas elecciones. Tocará ver ahora qué les espera a estos jóvenes bajo su mandato.