3 mitos sobre el sexo que por fin ha desmentido la ciencia

Siempre ha habido ciertos mitos alrededor de las relaciones sexuales. La ciencia los desmiente por fin

Si nos ponemos a revisar el folclore sexual que nos rodea, descubriremos que muchas de las cosas que creemos saber sobre el sexo (y que ponemos en práctica en nuestras relaciones), resultan ser falsas. Y no, no estamos hablando de los vídeos virales de TikTok donde se promete que bebiendo dos litros de agua se consigue un squirting que ni las cataratas del Niágara.

Se trata de creencias mucho más básicas y que por desgracia en los escasos talleres de educación sexual que se imparten en los institutos tampoco se tratan. Por eso, hemos recopilado algunas de las falsas creencias sobre el sexo que aún son dadas por buenas.

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La saliva no es lubricante

Más allá de que puede ser un elemento más con el que jugar durante el sexo, lo cierto es que la saliva no sirve de lubricante. A pesar de la idea de que se trata de un líquido más o menos viscoso y que muchas personas la siguen usando para las situaciones de penetración, lo cierto es que tiene un efecto nulo. El 99% de la saliva es agua, y el agua, como habrás comprobado si has intentado tener sexo en la ducha o en el mar, no es un buen lubricante. Además, se evapora muy rápidamente y una vez esto ocurre no protege de la fricción que se pudiera producir.

Estar húmeda no es sinónimo de excitación

Que levante las manos, quién alguna vez se ha tenido que cambiar las bragas porque ese día tenía una cantidad ingente de flujo. A pesar de que estar “mojadita”, como diría Bad Bunny, forme parte de un imaginario sensual, nada más alejado de la realidad. Por el contrario, se puede estar excitada y seca. Hecho que ocurre a muchas mujeres. Al final funciona igual que con las erecciones: no siempre que un hombre tiene una signifique que tengas ganas de sexo.

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Cambiar el gusto del semen con piña

Quien dice piña dice cualquier otro remedio aleatorio que promete mejorar el sabor del semen. Es uno de los mitos populares mayormente extendidos y aunque haya gente que asegura que sí, ningún alimento tiene el poder de cambiar el sabor del semen de por sí. Sí que en algunos casos se ha demostrado que dependiendo de la dieta este puede variar. Pero empacharse de piña no hará que tu semen tenga mejor gusto, aunque sí estarás cumpliendo con el objetivo de consumir las cinco piezas de fruta diarias.