¿Sexo en la ducha? Claves para disfrutarlo sin caerte

No te quedes sin polvos en la ducha por falta de logística

El sexo en la ducha no es precisamente sencillo. El suelo resbaladizo amenaza con conduciros a una ostia monumental y lo reducido del lugar, sea una bañera o un plato de ducha, complica mucho encontrar una postura que no solo sea factible sino además satisfactoria. Al fin y al cabo, no queréis sentiros incómodxs ni ridículxs mientras folláis. Tampoco queréis andar haciendo un sobreesfuerzo muscular que os impida centraros en el placer ni ahogaros con el chorro de agua apuntándoos a la cara. Es una práctica que requiere cierta logística. De ahí que, tal y como explica en Poosh la sexóloga mundialmente conocida Juliet Allen, muchas personas pasen olímpicamente de ella.

”Por lo general no hay un término medio: las personas aman u odian el sexo en la ducha. Quienes lo aman probablemente lo hagan porque lo han entendido bien y tienen sus trucos para que funcione y sus posiciones favoritas”. Pero eso no significa que si no te mola el sexo de ducha sea necesariamente porque no has dado con sus tejemanejes. Puede que simplemente no sea para ti. No obstante, es interesante conocer los trucos para potenciar el placer en el sexo de ducha antes de descartarlo. De lo contrario sí podrías estar rechazando algo maravilloso debido a una falta de técnicas. Por suerte, la propia Allen tiene unas cuantas que podrían venirte muy bien para disfrutarlo.

No te compliques: apuesta por hacerlo de pie

Como por ejemplo comenzar por la penetración desde atrás. En palabras de esta experta, “esto le da al receptor la oportunidad de doblar las rodillas y ajustar su altura para que la persona que está penetrando pueda encajar perfectamente”. El único problema aquí es, dice Allen, una posible incompatibilidad de altura para la postura. Pero suele ser extraño. En cualquier caso, olvidaos inicialmente de posiciones dignas de un circo: “acepta que la mayoría del sexo en la ducha es de pie a menos que tengas un increíble asiento de ducha incorporado”. Ah, y no te olvides de la masturbación y del sexo oral. Son prácticas sexuales que se dejan querer mucho dentro de una ducha.

Además, Allen aconseja utilizar lubricantes aptos para la ducha como lubricantes a base de aceite o los lubricantes a base de silicona, “puesto que el lubricante a base de agua no es adecuado porque se lava demasiado rápido”. Eso sí: si usáis condones priorizad los de silicona porque los de aceite pueden dañarlos. Y eso es mal asunto. Por último, la sexóloga recuerda la importancia de enjuagar todo el jabón antes de meter nada en ningún sitio. ¿El motivo? “Es divertido enjabonarse con jabón antes del sexo, pero no deseas que se vaya a ninguna parte interna porque puede picar y estropear el mood al instante”. Es muy cortarrollos. Ponedle sensatez a tanta pasión.