Esta no te la esperabas. Lo de tu rollete furtivo con tu compañerx de piso vale. Y lo de aquel lío con tu compi de uni también. Incluso puedes entender aquel casi algo con tu colega del curro. ¿Pero tu amigx? Si nunca había habido nada entre vosotrxs. Si estábais hartxs de veros en las peores condiciones posibles finde tras finde. Si teníais una amistad pura increíble. Ya... pero las cosas están como están, y tienes mucho miedo de que este affaire alocado y aparentemente irresponsable termine mal y se lleve por delante la maravillosa relación que habéis tenido desde siempre. Y no mentiré: el riesgo es considerable, aunque lxs expertxs hablan de un plan de salida para protegeros de ello.
El primer pilar de este plan es la sinceridad contigo mismx. En palabras de la sexóloga Suzannah Weiss para la revista digital BestLife, “las personas deben ser muy, muy honestas consigo mismas si quieren que este tipo de acuerdo funcione: si una persona preferiría estar en una relación pero se está conformando con un rollo, es probable que una o ambas partes salgan lastimadas, especialmente si permiten que sus mentes las engañen y piensen que tal vez ser amigos con derechos sea el primer paso hacia una relación”. Bucea en tu cabeza. Descubre qué quieres realmente con esta nueva movida. Y sé consecuente con ello. Hazlo por ti, por la otra persona y por vuestro vínculo.
El segundo pilar, como no podía ser de otra manera, es la sinceridad con la otra persona. ¿Sois amigxs no? ¿Vais a poneros ahora en plan miro por mí y ya está? Sería horrible. Antinatural. Una deslealtad hacia vuestra amistad. Así que hablad. Hablad mucho en cantidad y frecuencia para saber siempre en qué puntos estáis individual y colectivamente. Y hablad con el grupo. No seáis tan egoístas de pensar que esto va solo de vosotrxs dos porque sabéis que no es así. Tanto lo bueno, el sexo lindo que estáis teniendo, como lo malo, un posible conflicto romántico, afecta en menor o mayor medida al resto. Hacedles partícipes. Os ayudarán a tomar mejores decisiones. Sois un equipo.
Ah, y no olvidéis establecer qué tipo de conductas conllevan vuestros nuevos roles. “¿Siempre tenéis sexo cuando salís juntos? ¿Qué otra cosa hacéis juntos? ¿Qué no hacéis juntos? ¿Tenéis otras parejas sexuales? ¿Conocerá cada una a las de la otra persona? ¿Con qué frecuencia os veis?”, apunta el terapeuta de relaciones Ally Iseman. Son cuestiones que, incluso una vez acotada la naturaleza de la relación, de solo sexo, son importantes para alinear las expectativas y que no surjan malos rollos. Por último, y si notas que a ti o a la otra persona se le va de las manos, hablad y dad un pasito atrás. No habrá más diversión sexual pero la amistad sobrevivirá. Es lo mejor, ¿no?