3 temas que están siempre en el fondo de una discusión de pareja

Descubre por qué discutís en realidad

Hace mucho tiempo que la idealización quedó atrás: hay muchas pequeñas cositas que te molestan de tu pareja y viceversa. Son detalles, en ocasiones verdaderas nimiedades, pero te llevan rápidamente a la crispación y muchas veces a discusiones aparentemente tontas. Y decimos aparentemente porque, según cuenta la terapeuta de parejas Esther Perel en una entrevista para la televisión escandinava, en realidad casi nunca estás molestx por lo que piensas que estás molestx, sino por alguna de las tres dimensiones claves de las relaciones de pareja: poder, cuidado y reconocimiento. Todas vuestras discusiones tienen su raíz en alguna de ellas. Es lo que esta especialista llama la regla del tres.

”En el fondo, la mayoría de las parejas luchan por el poder y el control, por saber cuál de los dos se impone y quién es el que toma las decisiones”, explica Perel. Algunas lo hacen de una manera brusca y evidente. Incluso con cierta agresividad. Otras de un modo mucho más sutil. Con tacto y cariño. Pero no te engañes: tú también deseas dominar en cierto sentido. Y por supuesto no dejarte dominar. Tener voz en lo que vais a hacer esta tarde. Elegir las cortinas para vuestra casa. Tener la última palabra acerca de un tema de actualidad. Los seres humanos tienen esa pulsión de dominación, aunque armonizada con una pulsión de cuidado. No somos impasibles. Se trata de un equilibrio.

Sacar tiempo para la pareja: imprescindible

Y precisamente el tema del cuidado es otro de los pilares del conflicto. “Si nuestra pareja se toma un tiempo cada semana para jugar al tenis con su amigo, pero no muestra interés en planificar una cita nocturna semanal, puede desencadenar nuestra inseguridad al hacernos pensar que, en realidad, no quiere estar con nosotros o que no somos suficiente”. No te molesta su falta de organización. No te molesta su afición al tenis. Es una cuestión de cuidado. En este sentido, es importantísimo que asimiles la regla del tres y sepas identificar en cada momento qué dimensión es la que está siendo atacada. De lo contrario, la discusión no girará en torno a lo que debe girar en realidad.

Por ejemplo, acerca del reconocimiento, el último de los pilares. En palabras para El País de Cristina Soria, autora del ensayo El libro que salvará tu relación de pareja, “el reconocimiento, desde mi punto de vista, me hace valorar lo positivo de la otra persona: estamos acostumbrados a fijarnos en los fallos del otro, pero ver y reconocer sus talentos nos lleva a la admiración”. Y cuando tu pareja no lo hace, cuando le cuentas que te han felicitado en el curro o que has mediado estupendamente entre dos colegas pero parece más interesadx en lo que hay publicado en su Instagram, no te sientes reconocidx. Ese es el verdadero problema. Exprésalo como lo sientes.