Las personas que han tenido suerte en sus relaciones románticas te soltarán el cuento de que no necesitas estrategias ni guiones para triunfar en este área. Que debes improvisar y dejarte llevar. Fluir con la corriente. Pero esa es su experiencia subjetiva. La tuya, absolutamente en las antípodas, y basada en una serie de relaciones catastróficas y ultradolorosas, es que necesitas una serie de guías de actuación que te protejan de los mismos errores de siempre. Y las expertas de la revista digital Poosh las tienen: son tres comportamientos a evitar que, al hacerlo, te permitirán “tener una mente clara y posiblemente evitar más dolor en tu búsqueda del amor”.
Comenzando por rechazar las situaciones confusas. Sí, el caos, el ahora sí y ahora no, la duda, suele tener un poderoso efecto magnético, pero termina bastante mal en la mayoría de ocasiones. Está a tope contigo una semana. La siguiente apenas da señales de vida. La siguiente a esa te bombardea con muestras de amor. “Ese comportamiento es una señal de alerta en sí mismo”. En las conexiones reales el enamoramiento y el interés van produciéndose paulatinamente y de una manera relativamente coherente. Cualquier persona que te haga sentir desubicadx, y no te facilite nunca saber en qué punto os encontráis, es bastante sospechosx. Y no quieres más de eso en tu vida.
Date tiempo y conoce bien a esa persona
Como tampoco quieres precipitarte en tu juicio. Según las especialistas de Poosh, deberías evitar concluir inmediatamente que te gusta. A fin de cuentas, “está bien sentir una atracción innegable hacia alguien, pero es tu trabajo frenar tu propio avance y tomarte tu tiempo para conocerlo” de verdad. Incluso puede ser que resulte gustándote mucho pero teniendo un estilo de vida incompatible con el tuyo. Ve con calma para no tropezar. Sigue con tu vida mientras le vas conociendo. “No porque quieras jugar con la otra persona, sino porque te estás tomando en serio tu viaje para encontrar el amor”. Aquello del relato de enamoramiento pasional y alocado es un pelín tóxico.
Por último, y por recomendación de estas expertas, no deberías mostrar todas tus cartas desde el principio. Está bien que seas una persona abierta, transparente y valiente, pero “una persona con la que acabas de empezar a salir no se ha ganado aún el derecho a conocer todos tus secretos más profundos y oscuros para la cuarta cita”. Quizás te parezca una persona de buen corazón. Quizás estés muy convencidx de que no usará nada de eso en tu contra. Pero piénsalo bien: no le conoces de verdad. De hecho, tu percepción sobre esa otra persona se halla distorsionada por las hormonas y las emociones. Ve con precaución. Tu vulnerabilidad es un bien muy preciado.