Tu obsesión por las fotos de antes y después está acabando con tu salud mental

Cambios imposibles que más que promover la motivación saludable muestran cánones imposibles

Que si #10yearchallenge, que si #MondayMotivation, que si #10yearchallenge. La lista de hashtags de antes y después es larguísima. Las imágenes que se esconden en estos hashtags es prácticamente infinita. Es fácil comprobarlo: abre Instagram, busca cualquiera de estas palabras y encontrarás centenares de personas contraponiendo sus fotos antiguas a las actuales, ya sea para enseñar su cuerpo fit, su cirugía, su cambio de pelo, su transición de género o la reforma integral de su casa.

Probablemente, ni tan siquiera haga falta que te digamos que es algo popular. Seguro que tú también has consumido estas imágenes. Pero quizá lo que no sabías es que, según diversos estudios que recoge un artículo del portal digital Vox, estas comparaciones que aparentemente esconden una historia de superación pueden acabar destruyendo tu autoestima y convirtiéndose en un hobby tóxico.

“Si después ver fotos de antes y después te sientes inspirado, bien por ti. Pero muchas personas me explican que miran esas imágenes y se sienten como una mierda”, explica el psicólogo californiano Erin Parks. En parte, este sentimiento de insatisfacción con uno mismo es porque estas imágenes te enseñan una radical transformación —aparentemente, a mejor— que tú no puedes conseguir. “¿Por qué él se pone cachas y yo no?”, “¿por qué se adelgazó y yo no puedo?”, son algunas de las principales preguntas que despiertan en los consumidores de antes y después más inseguros.

Al igual que Parks, hay muchos más psicólogos que ven lo tóxico de estas fotos. El neoyorkino Alexis Conason piensa que estas imágenes promueven el auto-odio y fomentan la cultura de la dieta tóxica. También señala que “solo muestran una instantánea de un momento en el tiempo, y que es imposible saber lo que hay detrás, como el tiempo y el esfuerzo que está poniendo la persona en su apariencia o si mantendrán los resultados a largo plazo”, como apunta el artículo.

En general, Conason denuncia que esto afecta más a las mujeres, sobre todo porque muchas de las imágenes de antes y después son de embarazadas y post-parto, y muchas nuevas madres no pueden recuperar su cuerpo y pueden entrar en depresión. “Estas imágenes promueven la narrativa de que la infeliz y gorda del antes puede pasar a ser la imagen sexy, exitosa y feliz del después, promoviendo la idea de que un tipo de cuerpo es malo y un tipo de cuerpo es bueno".

Pero no solo son frustrantes las imágenes de antes y después de nuestro cuerpo. Por ejemplo, las de cambiar radicalmente la casa —ahora que está tan de moda Marie Kondo—, de mejorar tu estilo de vida o perfeccionar tus hobbies también pueden hacer el mismo efecto. Estas imágenes te hacen creer que si no triunfas en la vida es tu culpa, es el equivalente a decir “anímate” cuando estás deprimido, como si el único factor que determina la tristeza, la insatisfacción o la desgracia personal sea cuestión de ánimo.

Eso sí, como el artículo recomienda, si te motiva ver pequeños cambios de antes y después que sí puedas hacer —como, por ejemplo, ideas en Pinterest para cambiar tu escritorio, o cómo teñirte el pelo, algo que puedes hacer en una tarde—, consumir estas imágenes llegar ser positivo porque te animará a hacer cosas. Pero si son objetivos que difícilmente puedas cambiar, puede ser muy tóxico para tu salud mental así que, simplemente, cuidado no te obsesiones con cambios imposibles.