Qué es el ‘Mindful screen time’, tu salvavidas contra la dependencia a las pantallas

No es solo el tiempo que pasas con el móvil. Es también el que le quitas a otras cosas maravillosas como leer, pasear por la naturaleza o simplemente aburrirte

Vivimos en una sociedad extremofílica: le encantan las dicotomías, los blanco o negro, los todo o nada. Y no solo en términos ideológicos, en criterios artísticos o en cuestiones estéticas. También en preferencias conductuales. O soy omnívorx o full veganx. O voy a tope con la fiesta o paso completamente de ella. O soy unx enganchadx a las redes sociales o no tengo cuenta en ninguna. Y en ocasiones no tendría por qué ser así. La relación con tu smartphone, por ejemplo, puede volverse perniciosa rápidamente cuando no estableces límites, pero eso no significa que debas renunciar a él y pillarte un dumbphone necesariamente porque también puede aportarte mucho. El equilibrio es una posibilidad.

Una que puedes alcanzar con el método mindfull screen time, dividido en cuatro puntos muy sencillos de entender. Nada de súper piruetas ni ristras eternas de minicomportamientos. El primero de ellos, y según cuenta la doctora Meredith Broderick en la revista especializada Poosh, es la programación de horarios. Por ejemplo, a partir de determinada hora ya no puedes consultar tus redes sociales. O a la hora de comer, de merendar o de cenar no puedes tocar el teléfono ni un segundo. O ir a entrenar y dejar el móvil en la taquilla. Esto requiere disciplina, pero sé consciente del potencial de tu cerebro para acostumbrarse a las rutinas. En cierto punto comenzará a resultarte la mar de fácil.

Desconecta dos horas antes de irte a dormir

Punto aparte merece una restricción muy específica: la que consiste en “apagar los aparatos electrónicos dos horas antes de acostarte, lo que beneficia enormemente la calidad de tu sueño”. Porque dormir solía ser algo que los seres humanos adorábamos. Ahora se ha convertido casi en una especie de obligación indeseada que nos aleja de la oportunidad de seguir buceando en lo que puede ofrecer internet a través del teléfono. Una pena. Es hora de recuperar aquella vieja adoración. Ah, y si te cuesta mucho este punto, tienes uno de refuerzo: consiste en usar el móvil para escuchar cosas pero sin mirar imágenes. “Esto le da un respiro al sistema visual al hacer la transición a algo como la música”.

Por último, pero probablemente el más complicado de todos los puntos, está el de establecer un límite de media hora diaria para cada una de las aplicaciones”. ¿Te imaginas no poder estar más de media hora al día en TikTok? ¿O en Instagram? ¿O en Youtube Shorts? Pues deberías. Es un sacrificio que a la larga mejorará tu capacidad de atención, favorecerá tu capacidad de descanso, reforzará tus vínculos sociales y te llevará a cotas más elevadas de creatividad. Porque no es solo el tiempo que pasas frente a la pantalla. Es también, y sobre todo, ese que no pasas haciendo otras cosas enriquecedoras como leer, hacer deporte, sumergirte en la naturaleza o aburrirte. Sí, aburrirse es maravilloso.