Esta es la cantidad mínima de tiempo libre que necesitas para ser feliz

Menos de dos horas conducen al estrés. Más de cinco horas al aburrimiento

Llevas una temporada chunga. El trayecto en metro hasta el trabajo, la propia jornada de trabajo, la vuelta a casa, la compra, la preparación de la comida del día siguiente y muchas otras responsabilidades más se están comiendo todas las horas de tus días. Las tareas devoran tu vida. Y te sientes horrible. Como asegura el especialista Max Alberhasky, “tener menos de dos horas de tiempo libre al día provoca demasiado estrés para ser feliz”. Te consume. Te roba la motivación. Y la autoestima. Y la alegría. Fantaseas con una existencia tranquila alejada de todo tipo de obligaciones. Sin embargo, una vida así tampoco te traería la felicidad. La clave parece encontrarse en un punto intermedio.

”El hecho de que estar demasiado ocupado socava la felicidad es obvio, lo que podría llevar a la conclusión de que más tiempo libre es mejor. No obstante, eso no es lo que encontró el equipo de esta investigación” publicada en el Journal of Personality and Social Psychology. Disfrutar de un día ocioso tras otro, con muchísimo tiempo libre a tu disposición, termina provocando sensaciones de aburrimiento muy profundas. No importa si intentas entretenerte viendo diez episodios de una serie en HBO Max o si vas cuatro horas a entrenar al gimnasio. Más pronto que tarde entrarás en la desidia. En un sentimiento de vacío muy desagradable. En un déficit de satisfacción. En un punto extraño.

Necesitas hacer cosas que te hagan sentirte útil

En concreto, indica el propio Alberhasky en Psychology Today, “tener más de cinco horas de tiempo libre al día provoca una falta de sensación productiva, lo que reduce la felicidad”. Aunque parezca raro, antinatural incluso, necesitas avanzar en cosas para sentirte útil, un sentimiento que probablemente se encuentre en el ADN de cada unx de lxs humanxs que caminan por la Tierra. A fin de cuentas, sobrevivir significaba en tiempos pasados estar en movimiento y cumplir tareas esenciales. Eso sigue ahí. En tus genes. Y cada vez que lo contrarias pasándote horas y horas de entretenimiento pasivo se remueve en tu interior. Además, eres un ser creativo. Ver la vida pasar no puede satisfacerte.

Esto es algo que probablemente hayas experimentado o experimentes durante las vacaciones de verano tras meses de universidad, siempre y cuando no tengas que estudiar para recuperar. Al principio lo gozas full, pero eventualmente el mundo se te cae encima. Hasta el punto de que casi deseas que llegue septiembre y las cosas vuelvan a activarse. En cualquier caso, dice Alberhasky, no se trata solo de cuánto tiempo libre tienes, sino de cómo lo utilizas: dedicarlo a un deporte, a un voluntariado o a cuidar de tus vínculos sociales añade unas cuantas pizcas de productividad al ocio, lo que lo hace bastante más satisfactorio. Sea como sea, halla el término justo. Ni víctima del estrés ni víctima del tedio.