Consejos para pensar de manera crítica y dar siempre tu opinión

Sé valiente. El pensamiento crítico tiene a veces sus consecuencias sociales, pero merece la pena

El pensamiento crítico es el más potente de los escudos de los que dispones para protegerte de personas, instituciones e ideologías que tratan de someterte o de manipularte para aprovecharse de ti. Es el mayor de tus superpoderes. Tu arma definitiva. Y en una publicación para el medio especializado Psychology Today, el experto en pensamiento crítico Chistopher Dwyer expone una serie de realidades acerca de él que pueden serte de gran utilidad para preservarlo y cultivarlo. Por ejemplo, y esto es muy importante, que no es una habilidad innata que tienes o no tienes, sino que “el pensamiento crítico se puede mejorar a través de una capacitación adecuada”, especialmente a través de la lectura.

También mediante técnicas específicas como la del abogado del diablo. Esta consiste en intentar argumentar en favor de discursos con los que no comulgas en primera instancia para tratar de comprender por qué los defienden quienes los defienden. Al fin y al cabo, dice Dwyer, eso del pensamiento crítico requiere “disposiciones como la apertura mental, la búsqueda de la verdad y el escepticismo”. Atrincherarte todo el tiempo bajo ciertos dogmas solo te hace más vulnerable. También dejarte nublar por las emociones. Sí, te dan información valiosa, pero no puedes confiar ciegamente en ellas porque desvirtúan tu percepción racional de la realidad. Debes tratar de añadir estoicismo a tu vida.

No te entregues a la especulación

Ah, y recuerda que “los humanos somos pobres estadísticos naturales”, lo que significa que hacemos estimaciones cuantitativas malísimas. Es imprescindible que desarrolles la costumbre de consultar cifras oficiales para llegar a conclusiones fundamentadas. También que tengas muy claro que “el conocimiento que almacenas en tu cabeza no es necesariamente correcto: es solo cómo entendiste algo”. Esto te ayudará a ser más humilde, comprender con más facilidad tus errores y modificar cuestiones arraigadas cuando sea necesario. Para esto último también deberás estar dispuesto a sentir cierto grado de incertidumbre. La necesidad de certidumbre es contraria al pensamiento crítico.

Además, para poder implementarlo en toda su extensión tienes que estar dispuestx a cambiar de opinión y a la percepción ajena de debilidad que ello conlleva. Pero no es debilidad. Más bien todo lo contrario. Del mismo modo, debes ser capaz de expresar ignorancia cuando no tengas una respuesta sólida para una cuestión. “Sé intelectualmente honesto”. Y sé valiente. Expresar tu pensamiento crítico puede llevarte a veces a situaciones incómodas o controvertidas: expresar una idea contraria al grupo, cuestionar a un líder de opinión, arriesgarte a que empiecen a etiquetarte de una manera determinada... Por último, recuerda que el pensamiento crítico requiere práctica. No desistes nunca.