3 conceptos de la psicología que se han malinterpretado en Internet

A veces la popularización trae consigo cierta tergiversación nada positiva

La salud mental es una de las protagonistas de esta tercera década del siglo XXI. Está en el centro de muchos debates académicos, de muchos artículos y vídeos de divulgación y, por encima de todo, de infinidad de conversaciones mundanas. Porque no, a la gente ya no suele darle palo reconocer que acude a terapia. Más bien al contrario: es una especie de reivindicación de amor propio que mola. No obstante, y según asegura el psicólogo Christopher Dwyer, esta popularización de la psicología también ha conducido a la malinterpretación de algunos conceptos muy importantes. En sus propias palabras, “la psicología pop toma conceptos establecidos y los simplifica hasta hacerlos irreconocibles”.

¿Un ejemplo? El concepto de gaslighting. En un principio se utilizaba para definir un intento de control coercitivo dentro de una relación muy abusiva emocionalmente. Sin embargo, su uso promiscuo ha derivado en que “el término implique que cuando alguien no está de acuerdo contigo y trata de hacerte cambiar de opinión, lo que está haciendo es coaccionarte nefastamente hacia una perspectiva alternativa”. Y no. Tus padres no tienen por qué coincidir contigo siempre. Ni tus colegas. Ni tus compañerxs de trabajo. Ni siquiera tu pareja. En realidad, diferir en las opiniones y debatir sanamente es una muestra de salud de las relaciones. Enriquece. Enseña a empatizar y a negociar.

¿Qué pasa con el “narcisismo?

Y otro concepto tergiversado parece ser el de narcisista. Según Dwyer, internet se ha llenado de cuestionarios que reflejan muy a la ligera tus niveles de narcisismo y de la gente que te rodea, muchos de los cuales califican cualquier comportamiento mínimamente egoísta como parte de una personalidad de este tipo. Algo con lo que este psicólogo no está para nada de acuerdo: “Es natural valorar tus propias necesidades y deseos por encima de los de los demás. El narcisismo es mucho más que autoconservación, elaboración de estrategias y egoísmo. Si de verdad quieres aprender qué es un narcisista consulta el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales”.

Por último, Dwyer está en contra de la banalización que la psicología pop ha hecho del término desencadenante. Sí, las personas que han sido víctimas de una situación emocionalmente dramática pueden revivir el trauma a través de ciertos inputs. Imágenes. Sonidos. Olores. Lugares. Personas. Pero, aunque “los desencadenantes son reales, no son tan comunes como a muchos les gustaría creer”. Una tergiversación que parte en cierto sentido de otra tergiversación: la del trauma. Antes el diagnóstico debía provenir de unx especialista de la salud mental. Hoy reina el autodiagnóstico. Y obviamente no todas las malas experiencias son traumas. Eso es ningunear el trauma real.