El gaslighting es un abuso emocional en el que alguien hace que dudes de la realidad e incluso hace que cuestiones tu cordura. Quizás te sientas muy convencidx de algo y, aunque tienes plena seguridad sobre ello, alguien que te manipula de esta manera, puede hacerte dudar hasta el punto en el que puedes cambiar de opinión. Hablamos de este tipo de manipulación porque es muy común y quienes lo ejercen a veces no son conscientes de que lo están haciendo. Se trata de personas inmaduras que no quieren que nada se les escape del control y, por ello, utilizan frases que te hacen tambalear. Aquí nombraremos algunas de esas frases comunes y cómo puedes responder ante ellas.
“Eso no ocurrió”
Esto puede pasar después de una discusión tensa o de haber vivido una situación confusa. Quizás tu recuerdo te muestra ciertas cosas de las cuales estás segurx y, por mucho que lo estés, la insistente frase de “eso no ocurrió” puede hacerte dudar hasta que lo niegues, ¿cómo responder? Una forma de mostrar esa seguridad es documentarla, si has tenido una pelea, justo después de tenerla puedes escribir qué ocurrió, cómo te sentiste, qué dijo esa persona etc. Escribirlo hará que sea más real.
“No seas tan dramáticx”
Para quitarle hierro al asunto y llevarte a su terreno, este tipo de personas buscarán invalidar tus emociones. Con este tipo de frases la persona que manipula busca que te sientas mal con tus propios sentimientos. No puedes caer en esto, si sientes algo, lo sientes de esa manera y punto. En este caso la forma de responder es yendo hacia la empatía, debes forzar a que esa persona se ponga en tu lugar. Si no entra en razón lo mejor será alejarse porque tienes delante a alguien que es incapaz de entenderte y de empatizar.
“¿Y aquella vez que…?”
En mitad de una discusión con alguien que hace gaslighting es probable que dicha persona quiera abordar un tema del pasado. Utilizan situaciones del pasado para demostrar que tienen razón. No tiene nada que ver lo que pasó hace tiempo con lo que está pasando ahora. No te dejes arrastrar por ello. Lo ideal en esta ocasión es detectar que está acudiendo al pasado para poder concretar con una frase como: “quiero abordar el problema de ahora, así que no sirve de nada nombrar el pasado, centrémonos en lo que acaba de ocurrir hoy”.
“Es tu culpa”
Esta es una de las frases más clásicas de quienes hacen gaslighting. Siempre buscan echar la culpa a la otra persona. Lo que debes saber es que en muy pocas ocasiones una única persona tiene toda la culpa. En los desacuerdos participan ambxs, así que será rara la vez en la que unx solx cargue con ella. Para poder salir de ahí es necesario concentrarse en la solución y ¿cómo? Acepta la culpa aunque no creas que la tienes y responde frases como: ¿qué te hubiera gustado que hubiera hecho? El objetivo es zanjar el problema desde la raíz para que lo de echar la culpa no vuelva a aparecer.