Los productos de belleza y de cuidado de la piel han experimentado un boom espectacular. Lo que antes era un mercado enfocado a adolescentes con acné y a mujeres mayores se ha extendido a todas las franjas de edad. El fenómeno de los sephora kids da fe de ello: niños y niñas con un cutis impecable que ya empiezan a usar limpiadores y sérums. El éxito del mercado del skincare bebe de esa nueva necesidad de romanizar todo en nuestra vida y del autocuidarnos.
Porque sí, lo que tenía que ser un mensaje revolucionario para poner más en el centro la salud mental y poner freno a la autoexplotación en el trabajo, ha acabado siendo un eslogan para vender cualquier cosa. Como por ejemplo, cosmética. Porque, ¿cuántas veces no hemos leído que cuidarse la piel o tener 15 minutos para hacerte el skincare es sinónimo de autocuidados?
Los miles de vídeos de tiktokers hablando sobre productos de belleza, desde limpiadores faciales, hasta péptidos, retinoles y mascarillas, se han convertido en la gran oportunidad para las grandes marcas a la hora de introducir sus productos. No solo porque los influencers llegan a públicos muchos más diversos que los anuncios, sino que además son capaces de crear nuevas necesidades.
En la compra de productos de skincare se ha acabado creando una correlación de producto comprado, es igual a “me siento bien”. Y a diferencia de la ropa, que puede generar culpabilidad, como se trata de algo enfocado al cuerpo y el “bienestar” sientes que acabas incluso invirtiendo en salud.
Aumentan los beneficios de las marcas cosméticas
Esa obsesión por el skincare ya ha repercutido en las marcas de cosmética que han visto aumentar sus beneficios de forma exponencial. Solo cabe decir que en España, gastamos en cosmética unos 85 euros por habitante, según un estudio del ‘Strategic Research’ Center de EAE Business School. Aunque somos el país que menos gasta si lo comparamos con frente a Francia, que gasta 112 euros, o Gran Bretaña, con 91 euros, según se desprende el estudio citado.
De hecho, según anunciaba ‘elEconomista’, ya se estimaba que en 2023 la industria cosmética global generaría 800.000 millones de dólares, un 50% más que en 2017, cuando la facturación alcanzó los 530.000 millones. Un gran ejemplo de los ingentes beneficios que están consiguiendo las empresas de skincare es la Drunk Elephant, la marca predilecta para los sephora kids. Sus acciones en el mercado subieron un 203% el año pasado, según ‘Marketwatch’.
Lo peor de todo es que este boom lo único que hace es colocar productos innecesarios en personas muy jóvenes o bien crear rutinas y hábitos que, más que ayudar a cuidar la piel, la empeoran. Ya hay muchas influencers que recomiendan dejar de comprar sérums y mascarillas y simplificar rutinas para sanar la piel.