Creíamos que nos habíamos cargado el cánon de belleza y resulta que se ha multiplicado en minicánones que han creado un laberinto de presiones estéticas imposible de escapar. Se dice que se deja atrás la obsesión por estar skinny, pero resulta que no se acepta la diversidad de cuerpos, sino que estos solo pueden encajar entre lo curvy y lo “healthy” (que es una pátina para camuflar el amor a una delgadez más tonificada).
El gran problema ya no es solo es que existan microcánones, sino que estos incluso son contradictorios: delgada, pero con un culazo a lo Kardashian, labios gordísimos, pero con la cara chupada como si hiciera dos meses que no comes. Todo ello lo que está generando, además de más gente pasando por quirófano, es más problemas de dismorfia corporal, insatisfacción e inseguridades.
Uno de los grandes cánones de belleza ahora es el de estar delgada pero tonificada. Es el más viejo de todos, pero revestido con el disfraz de ser “sano”. Spoiler: no prioriza la salud sino el físico. Este ideal se ha popularizado con la creciente cultura del fitness y el entrenamiento en gimnasios, que promueve la definición muscular y un cuerpo “esculpido”.
En contraste, está la idea del reloj de arena: tener curvas, cintura marcada, pero culazo y mucho pecho. Vamos, Kim Kardashian antes de dejarlo con Kanye West. Este canon ha impulsado el aumento de cirugías estéticas, como el aumento de glúteos y liposucciones.
Ahora bien, si te operas no lo digas muy fuerte, y si vas al gimnasio tampoco lo comentes mucho. Todo tiene que parecer “natural”, que naciste así. La idea de belleza natural es la que siguen predicando muchos cuando lo que piden son cuerpos que no tienen nada de “natural” muchas veces.
Por lo que respecta a la cara ahora mismo nos encontramos con la famosa cara de Instagram. Cada vez más caras se parecen y no es casualidad: los filtros y la estandarización de los cánones de belleza está llevando a buscar el mismo tipo de caras. Nariz pequeña, pómulos marcados, labios gruesos. Ahora bien, si tu cara encaja demasiado en este cánon, se te criticará por no tener nada de “especial”.
Y finalmente está uno de los cánones que persiste con los años: el de la juventud eterna. La obsesión por la juventud sigue siendo un elemento central de los cánones de belleza, pero ahora se combina con técnicas avanzadas de maquillaje, cuidado de la piel y procedimientos estéticos no invasivos que prometen un aspecto juvenil sin recurrir a la cirugía.