La 'ruptura mutua' es la técnica para seguir siendo amigx de tu ex después de romper

Cuando ya no sientes la chispa, toca replantearte si estás por inercia con tu pareja y si es hora de que ambos toméis caminos separados para ser más felices en nuevos proyectos vitales

Las relaciones acaban por mil motivos. Por un engaño. Porque uno se tiene que ir del país. Porque tenéis un problema familiar. Por dinero. Son el detonante, porque aunque ya no estabais bien, necesitabais este gran problema para daros cuenta de que lo vuestro no tiene futuro. Pero no siempre es así.

Hay veces que no sucede este gran golpe, el detonante. Simplemente, ambos habéis madurado de forma diferente y os habéis dado cuenta de que ya no os queréis. El amor que sentíais se ha esfumado y vuestra relación se parece más a una de hermanos. Estáis viviendo de forma monótona, rutinaria, sin un ápice de esa pasión y sentimiento que os caracterizaba. Es el momento de reflexionar. Medita, escribe un diario, ten diálogos internos, pero intenta ser claro contigo mismo: ¿es hora de romper? Si la respuesta es sí, toca hablarlo con tu pareja. Porque si tú tienes esa sensación, idealment el otro también.

Cuando habéis llegado a este momento de no retorno, ese instante en que ambos os habéis dado cuenta de que toca avanzar para ser felices y que la ruptura es la única forma de encauzar vuestras vidas y abriros a nuevas y mejores experiencias, llega lo difícil: ¿cómo procedéis a la ruptura? Si ambos, tras hablarlo y ver que no hay forma de arreglarlo, os habéis puesto de acuerdo para cortar por lo sano, ¿será una ruptura fácil e indolora?

Resultado de imagen de break up gif

La respuesta, obviamente, es no. Pero hay formas de simplificarlo para que duela lo menos posible. La más sensata es la técnica de la “ruptura mutua”. La describe el portal de relaciones LovePanky: “consiste en sentarse y hablar. Lo habéis intentado, pero no funciona. Preferís avanzar y no estancaros en una relación que no lleva a ningún lado, ambos estáis de acuerdo y acabáis con ella. Elegís dejar ir a esa persona y ser felices, en lugar de ser egoístas y retenerla. Os queréis, pero ya no estáis enamorados”.

La “ruptura mutua” al principio es muy confusa. Te sientes mal, estás triste. Sientes que habéis fracasado en vuestros intentos de construir algo sólido. Además, echas de menos a la otra persona y no tienes a nadie a quien culpar.

Aunque al principio es duro, con el tiempo es mejor. No hay rencores, porque ambos habéis tomado esta decisión. No hay palabras malas, no hay recelos, no hay cosas que echar en cara. Es una forma muy madura de romper, porque se basa en la reflexión, el diálogo y solo sucede después de haber hablado mucho las cosas y de haber visto, en común, que no hay otra salida. Es lo ideal para seguir siendo amigos con una buena relación.

Pero, claro, para consolidar la amistad se necesita un tiempo de curación de las heridas. Es obligatorio daros distancia, porque después de romper, por muy de mutuo acuerdo que sea, estaréis tristes y quizá, en pleno proceso de desequilibrio emocional, podríais soltar algo de lo que os arrepintáis. Utilizad la regla del contacto cero durante los primeros meses. Luego, id recobrando poco a poco el contacto. Al final, cuando ambos hayáis pasado página y estéis en nuevos y emocionantes proyectos vitales, veréis que es posible ser amigo de esa persona con quien tantas cosas en común tienes y que por mil motivos no funcionasteis como relación romántica. Porque os seguís queriendo, pero no de esa forma, y es una pena tirar a la basura tantos años en común.