6 señales que indican que en realidad ya no soportas a tu pareja

Las relaciones de pareja, casi siempre, empiezan con altas dosis de ilusión. Las ganas de éxito y de comenzar a construir una relación de amor —con planes juntos y alternativas a la rutina— ayudan a mantener viva la llama durante un largo periodo porque las dos personas ponen de su parte para que funcione. Es por ello, también, que se dice que los principios son lo mejor de una relación. A medida que pasa el tiempo, la chispa va menguando, va normalizándose. Esto no significa que la relación vaya a ir mal, ni mucho menos. En cualquier caso, los conflictos sí que aparecen después de este punto, al menos en la mayor parte de los casos. Si estos problemas no se trabajan es posible que lleguéis a la ruptura. La web porque las dos personas ponen de su parte para que funcione que existen 6 señales que pueden demostrar que ya no soportas a tu pareja o que te aburres en su compañía.

Este es uno de los principales inconvenientes de mantenerse con una relación a pesar de no querer. Lo que sucede es que autosaboteas la unión buscando problemas donde quizás no los haya, cualquier mínimo asunto te molesta y saltas a genera un conflicto con tu pareja. Los desacuerdos existen en cada relación pero cuando te encuentras a ti mismx discutiendo por aspectos casi insustanciales —o aún peor buscando temas por los que discutir—  es una señal de que quizás ya no quieras seguir con tu pareja.

Estar sin nada que decir en una primera cita es algo normal. Los nervios te asaltan y no sabes por dónde dirigir la conversación. Si estos silencios son incómodos ya es un síntoma de que algo no va bien. Normalmente cuando estás con personas de confianza o con quien te sientes a gusto los silencios suelen ser cómodos. Es decir, si estás con tu pareja y los dos están en silencio pero a la vez disfrutando de ese momento íntimo, todo bien. Si resulta que es porque no hay nada de qué hablar ni nada que te interese saber del otro u otra, quizás signifique que ya no te apetezca estar con esa persona.

Si la relación no va bien fuera de la cama, lo más probable es que tampoco funcione en ella. A veces pasa lo contrario: la relación va mal pero el sexo va muy bien. Diciendo que ese contacto sexual va bien nos referimos a que ambos sienten placer y ambos tienen orgasmos brutales. Lo que, en este contexto, suele ser incómodo es el ‘después’, ese momento de terminar y no decir nada, ni hacer nada y solo querer separarse. Si el sexo tampoco funciona es porque ya no se dedica el tiempo de antes en que la pareja disfrute este contacto. Estos problemas sexuales son señal de que no te sientes bien en esta relación.

Los expertos de Elite Daily apuntan que “si te encuentras frunciendo el ceño más a menudo que sonriendo es que te estás aburriendo de esta relación”. Si no hay diversión y disfrute como al principio la relación se volverá monótona. La rutina está bien y es beneficiosa para ambos excepto cuando se vuelve frustrante y poco atractiva. Esto se puede detectar si te encuentras a cada rato pensando en cómo era antes, qué sentías al principio o echando en cara que tu pareja ya no tiene la actitud o la ilusión que tenía en el pasado.

Es completamente natural sentir atracción por más de una persona en nuestras vidas. Es decir, puede tener una pareja y estar muy enamorado pero hay alguien más que te atrae. No pasa nada, es normal. De ahí a empezar a pensar cómo sería tu vida con esa persona que tienes en mente todo el tiempo hay un paso. Si esto te sucede muy a menudo es posible que ya no soportes estar en la relación en la que estás. Es probable, también, que no haya otra persona en tu cabeza pero que sí fantasees con la idea de estar solterx: con lo que podrías hacer estando en esa situación o qué aspectos de tu vida mejorarían.

Sentirse bien o no con unx mismx puede depender, más bien, de la persona. Lo que sucede cuando ya no estás bien en una relación o no soportas a tu pareja es que tiendes a estar más apagadx, con malos momentos, no te sienes comodx en diferentes contextos y no tienes ilusión o ganas por hacer nada. Suelen ser sensaciones sutiles pero debemos detectarlas y atribuirlas correctamente, ya que pueden ser una señal para varios aspectos, entre ellos el hecho de que ya no seas feliz con tu pareja y que ha llegado el momento de ponerle fin a pesar de haberlo intentado.