Cómo saber si eres el plan B de alguien para decidir si quieres seguir en esa relación

Quizá sientes que esa persona que te gusta no quiere intimar. Estos consejos te ayudarán a salir de dudas y a dar el siguiente paso

Empiezas a conocer a alguien. Te encanta, quedáis, os lleváis bien, pero hay pequeñas reticencias. Es una sensación extraña porque habláis con mucha frecuencia, es simpático y os caéis bien… pero aun así te da la impresión de que le cuesta arrancar, como que se mantiene con cierta distancia. No estás del todo segurx de esta relación. Empiezas a pensar y llegas a una conclusión: no eres su primera opción. Hay alguien que le interesa más, pero te tiene ahí “por si acaso, por si su relación no funciona y, en lugar de empezar de cero buscando a otra persona, ya tiene una en la recámara a medio seducir.

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Por qué te tienen en plan B

“Es una situación muy, muy común”, añade la sexóloga y terapeuta de parejas Núria Jorba. Además, “es algo más típico de hombres”, aunque las mujeres lo hacen cada vez más. Jorba cree que el componente de género se debe a los valores patriarcales que perduran en nuestra mente de forma inconsciente: la mujer, con la presión de iniciar una familia, siempre intenta hacer funcionar las relaciones. El hombre, por su parte, con el rol de “cazador” y “conquistador” tradicional intenta tener varias “presas” para salir exitoso del juego del cortejo.

Más allá del género, hay varias causas que llevan a alguien a tener un plan B. La primera, que "con las nuevas tecnologías tienes muchas personas disponibles, ¿por qué conformarse con una?", explica. Esto es un error bastante común en apps como Tinder, donde se suele hablar con más de cinco a la vez, viendo quién gusta más. Algo que, precisamente, es uno de los principales errores que los solteros crónicos cometen en las apps de ligue.

Otro de los factores es la visión materialista de la sociedad. “Quieres lo último, lo más nuevo, en objetos, tecnología y, por supuesto, parejas”. Quieres lo mejor, y por eso acabas no cerrando puertas, “por si acaso”. Finalmente, el último de los factores que lleva a alguien a buscarse un plan B es uno de los problemas endémicos del siglo XXI: la soledad. “Antes, la soledad estaba bien vista. Ahora, como estamos hiperconectados por redes sociales, ya no se valora el tiempo en soledad, sino que se ve como algo angustioso y temible”, advierte Jorba. Por eso, tantas personas se buscan un plan B, por miedo a que el A no funcione y se queden solos.

Cómo detectar que eres 'segundo plato'

Ya lo dice el refrán “si el río suena, agua lleva”. Jorba asegura que todos los síntomas que apuntan a que te han dejado en la recámara son la “no-implicación de tu pareja, que evita darte expectativas o hacer planes de futuro y que te mantiene ahí sin incluirte activamente en su vida, solo por si acaso”.

Un ejemplo para empezar a detectarlo es que esa persona no está disponible casi nunca. Puede ser que quizá te hable solo durante el trabajo porque en su tiempo libre está con la otra persona, o que se pasa todo un día sin dar señales de vida porque está con otros que no quiere que conozcan de tu existencia.

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La falta de disponibilidad emocional es otra señal: “no quiere hablar de sentimientos para no darte esperanzas. Solo te dirá cosas como ‘me gustas’ pero poco más. No hay implicación emocional ni ningún plan de futuro, no se habla de vacaciones ni nada que sea a seis meses vista. Solo te habla del presente, un ‘vamos quedando y vamos viendo’”, explica Jorba.

Finalmente, el cuarto síntoma para detectar que eres un plan B es el menos común, pero a veces se da: "la persona no te cuenta nada de su vida más íntima". No profundiza en sus preocupaciones, emociones diarias o sobre su pasado. Mantiene una conversación superficial contigo, solo tenéis charlas divertidas y poco personales. No quiere que formes parte de los aspectos más emocionales de su vida.

¿Es malo tener a alguien “por si acaso”?

Nadie quiere ser el plan de B, suena muy duro. ¿Es malo tener plan B? ¿Estamos actuando con crueldad emocional? Jorba no da una respuesta categórica. Ni sí ni no, depende. “No es malo tener un plan B si eres honesto y sincero”. Es decir, puedes comentárselo con un “oye, te estoy conociendo pero no me cierro a ti”, o un “mira, estoy conociendo a alguien más y ambxs me gustáis”.

Sí, parece difícil comunicarlo, pero es lo más justo: así la otra persona puede juzgar con propiedad su situación. Porque "quizá está apostando contigo a muerte, eres su plan A, pero para ti esa persona no lo es". Y eso provoca una desigualdad emocional con la que no deberías estar conforme. El otro tiene el mismo derecho a la elección que tú. “Decirlo honestamente es la forma para que ambos sepáis en qué momento de la relación estáis para poder escoger bien”, aconseja Jorba.

En este caso, si alguien te dice que eres su plan B, tienes que ser igual de honestx contigx mismx que como esa persona lo haya sido sido contigo. ¿Qué buscas en esa relación? ¿Te satisface lo que tenéis o por el contrario te parece insuficiente? Según sea la respuesta, suelen suceder dos cosas. La primera, explica la sexóloga, "que a ti ya te vaya bien este tipo de relación". Puede ser que no quieras nada serio, que también sea tu plan B o que acabes de salir de una relación y no estés preparadx para asumir una nueva pareja con implicación emocional al 100%. En ese caso, todo perfecto. Queda claro, queda hablado.

Ten en cuenta que un plan B difícilmente será plan A

Pero también "puede ser que tú no quieras ese tipo de relación". Ese es el segundo caso, el que más dolor conlleva, porque aunque la persona te gusta y te habría encantado tener una relación, está claro que no estáis en el mismo punto. Lo único que puedes hacer en esta situación es salir de ahí, porque puede ser muy negativo para tu salud mental. “La persona en posición B puede acabar sufriendo de baja autoestima e inseguridades. Es fácil que acabe siendo dependiente y que la relación se convierta en tóxica. Si vemos síntomas de plan B o se nos da a escoger, lo mejor es cortar”, recomienda la sexóloga.

Y aunque tengamos esperanza de que esa relación irá a mejor, Jorba, durante su carrera profesional, pocos casos ha visto en que un plan B pase a ser el A. “Es muy poco común, si conoces a alguien soltero y te metes como plan B, difícilmente ascenderás”, advierte. Si no le gustaste tanto como para tenerte en cuenta desde un buen principio, no sucederá más tarde, estás condenadx a ser plan B eternamente. Por eso, no hay muchas más opciones que ser consecuente con tus deseos y no resignarte a ser el segundo plato de nadie si no es lo que quieres. Rompe y sal de ahí antes de que te perjudique.