5 cosas que deberías conocer de tu pareja antes de iros a vivir juntos

Para que no existan conflictos en el futuro, la transición debe ser fluida y acordada sobre ciertos aspectos

Llevas algunos años con tu pareja y eso vivir con la mochila y el cepillo de dientes a cuestas ya está comenzando a ser pesado. A ti te gusta tu espacio y te gusta compartir piso con tus compis de toda la vida pero lo de dormir abrazados ahora que llega el invierno también te llama la atención y crees que la relación está en el punto ideal para dar el siguiente paso. Se trata de un gran escalón que debe ser dialogado y acordado por ambos. Eso sí, hay algunos puntos que puedes tener en cuenta para tomar una decisión. Quizás estéis súper sincronizados y vaya todo viento en popa o tal vez aprenderéis que lo vuestro no era tan definitivo como creíais.

Cómo mantiene su cuarto

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Es necesario observar detenidamente cómo la pareja cuida de su propio entorno: si está ordenado o no, si tiene algunas manías a la hora de colocar las cosas o si ignora completamente lo que le rodea y no le importa de qué forma esté. Estos aspectos definirán, sin duda alguna, cómo cuidará del espacio que ambos compartiréis. En algún momento llegará, además, la hora de hablar del orden y la limpieza: “Esto no debe ser un conflicto, es más, puede ser divertido porque cada uno tendrá una preferencia y se pueden ir turnando”, explica al Elite Daily Fran Greene, coach de relaciones y citas.  

Los horarios de sueño

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Todos tenemos una rutina. Puede parecer que no pero siempre hay pequeños detalles que definen nuestro día a día. Por ejemplo, nos puede costar mucho dormir pero nos encanta levantarnos pronto y aprovechar el día o todo lo contrario, dormimos hasta tarde porque somos muy activos por la noche. Estos detalles de sueño definen cómo organizas el día. Erika Ettin explica que es “necesario conocer el cronograma de la pareja para saber si se podrán compartir las horas y coincidir en las tareas y el disfrute”.

El mismo punto en la relación

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Está claro que si vais a dar el paso de compartir una vivienda es porque la cosa va, al menos, un poco en serio. Si ambos sentíais las mismas ganas de vivir esta experiencia es posible que sea porque la relación estaba para los dos en el mismo punto. “Esto es un aspecto que debe conocerse y hablarse, porque la mudanza requiere convivencia, gastos, planes o no de futuro…” apunta Greene al medio norteamericano. Aunque pueda ser incómodo es muy importante hablar de la economía: debéis conocer los gastos y caprichos de cada uno y entender que ahora os tendréis que adaptar pues las facturas serán compartidas. Además, y si queréis hacer crecer la familia en el futuro es importante, también, aprender a ahorrar.

Mascotas y alergias

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Compartir hogar con tu pareja puede significar compartirla también con su adorable gato o perro. Esto es algo que también debe acordarse ya que cuando os mudéis el preciado animal pasará a ser responsabilidad de ambos, ¡o no! Todo es hablarlo. Nunca se sabe, además, si la otra persona tiene algún tipo de alergia al pelaje de estas mascotas —algo que puede ser bastante usual—, justamente por eso es necesario dialogar sobre ello. Respecto a las alergias, también es importante conocerlas, no vaya a ser que a alguien se le ocurra cocinar una cena romántica y de ensueño para luego tener que ir corriendo a urgencias. Más vale prevenir que curar.

Expectativas sexuales

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La nueva vivienda para ambos significa muchas dosis de intimidad. Ahora no tendréis que hacerlo en silencio ni aprovechar las horas en que los compañeros de piso se van de paseo para compartir cama, pasión y deseo. Es habitual pensar que al mudaros juntos, las horas de sexo serán infinitas pero no pasa nada si no lo son, no significa que la relación vaya mal. Es más, se trata de una buena época para descubrir cosas nuevas y disfrutar aún más de vuestra sexualidad. Si estáis en sintonía y hay respeto y equilibrio entre ambos, todo irá la mar de bien.