Muchas personas han dicho basta. Han analizado su modus vivendi y han constatado que, efectivamente, como ya intuían con vergüenza y con pesar, estaba demasiado centrado en el consumismo. En comprar la última mierda de moda. En dejarse seducir por el anuncio de ropa que se cuela en su feed. En entregarse a los caprichos ridículos de esas marcas tan poco comprometidas con los derechos humanos como Shein. ¿Su decisión? Un no buy 2025. Un año sin comprar cosas innecesarias. Un año de responsabilidad. Con el dinero. Con el planeta. Con la gente. Un año para expulsar de sus vidas a todxs esos influencers cuya principal finalidad es hacerles gastar. Un año de actitud desinfluencer.
Porque la cultural del haul te está haciendo mucho daño. Como explican desde la BBC, “es un tipo específico de contenido de redes sociales que se originó en YouTube en el que alguien muestra sus últimas compras, generalmente de ropa, a sus seguidores”. Y, claro, cuando ves todas esas cositas tan nuevas, todo ese chute de dopamina de abrir los paquetes, toda esa felicidad pasajera tan intensa, te entran ganas de entrar en la tienda web de turno y hartarte de comprar. Las marcas lo saben y por eso les regalan tantísimas cosas a lxs influencers. Para que las puedan abrir en sus vídeos o en sus directos y contagiarte las ganas de tenerlo. Es otro vicio más del sistema consumista actual.
¿”Desinfluir” podría cambiar nuestra manera de consumir?
En este sentido, mucha gente, sobre todo esa tan comprometida con reducir su consumo, están empezando a valorar la buena fe de quienes le intentan influir y a elegir cuentas que no traten de potenciar su consumismo. En el mismo reportaje de la BBC aparece una influencer, Wiebe, que “trata de desinfluir a sus seguidores para que no compren cosas que no necesitan”. ¿No es acaso una líder de opinión así bastante más saludable y digna de seguir que alguien que pasa de tu bolsillo y del planeta y trata deliberadamente de lanzarte a comprar tonterías una y otra vez? Pues puedes encontrar muchas más como ella en el hashtag #deinfluencing. Ya lleva más de 1.000 millones de visitas.
Y ojalá siga creciendo. Ojalá la gente comience a valorar más a lxs influencers que promueven el consumo consciente. Que te hacen preguntas tipo ¿crees que necesitas esto en tu vida?. Que te piden calma a la hora de sacar la tarjeta. Ojalá la rebelión de lxs consumidores responsables y conscientes no se quede en un amago. Porque de verdad que necesitamos cambiar las cosas. No, tus compras de ropa semanales no son las únicas responsables del deterioro medioambiental, pero están sumando. Por supuesto que están sumando. Y neutralizar a las influencias tóxicas que te llevan por el camino del fast consumption es fundamental para iniciar tu propio cambio. Elige bien quién te inspira.