El metano es uno de los principales gases responsables del efecto invernadero y, en consecuencia, del calentamiento global que está poniendo patas arriba el clima del planeta. Y sí, la habitual coña es una realidad científicamente probada: las vacas emiten tantísimo metano a través de sus pedos que pueden considerarse responsables directas del cambio climático. O más bien los seres humanos que las explotamos. Con esto en mente, y para intentar cumplir con los objetivos de sostenibilidad para 2030, Dinamarca ha decidido poner en marcha una iniciativa única en el mundo: cobrarle a cada ganaderx unos 100 euros anuales por cada vaca en propiedad para compensar sus emisiones.
¿Pero compensar cómo? Pues, según cuentan desde Xataka, medio que se hace eco de la propuesta del gobierno danés, este “destinará 5.300 millones de euros para reforestar 250.000 hectáreas de tierras agrícolas de aquí a 2045, generar una reserva de 140.000 hectáreas de tierras bajas para 2030 y comprar algunas explotaciones para reducir las emisiones de nitrógeno”. Todo con una idea en mente: virar hacia un país más ecológico. De hecho, la intención es tan firme que el impuesto pasará de 16 euros mensuales por vaca a 40 euros en el año 2035, lo que podría llegar a suponer asimismo un problema añadido para lxs ganaderxs más humildes con menos recursos.
Buenas noticias para el medioambiente
Al fin y al cabo, no todas las vacas son propiedades de grandes empresas dedicadas a la ganadería industrial. En este sentido, la reducción de 1,8 millones de toneladas de gases de efecto invernadero que logrará este impuesto es una noticia excelente para el medioambiente y sienta un procedente para otros muchos países del planeta, pero debería contar con exenciones o subvenciones para aquellxs pequeñxs ganaderoxs que mantienen vivo el sector primario de la manera más natural posible. De lo contrario, estaríamos empujando a estxs profesionales a la extinción y dejando el sector exclusivamente en manos de lxs grandes propietarixs. Los matices importan.
Sea como sea, lxs ganaderxs dedicados al sector bovino no son los únicos que deberán abonar este impuesto. Como añaden desde el citado medio, también aquellxs dedicadxs a “los cerdos y ovejas, que también generan emisiones pero ni de lejos como las vacas”. En realidad, y si somos un poquito humildes, lxs veganxs tienen razón: la industria ganadera contamina exageradamente y sería responsable no solo con los animales, sino también con el planeta dejar de consumir productos de origen animal. Pero eso no parece que vaya a ocurrir. Así que un impuesto de este tipo, y poner un poquito más de verde en las comidas, puede ser la única solución a la vista.