Meta eliminando el llamar enfermedad a la homosexualidad de su lista de insultos baneables. Disney suavizando sus mensajes de aviso de racismo en sus películas. Y ahora Google. Las grandes multinacionales se están desnudando ante los caprichos de Donald Trump, pero hay una mujer que no está dispuesta a permitirlo: Claudia Sheinbaum, presidenta de México, quien ha anunciado su intención de demandar a Google por cambiar el nombre del golfo de México a golfo de América para contentar al presidente de los Estados Unidos, quien el pasado 20 de enero ordenó a la Secretaría de Interior esta modificación tan por la cara sin consentimiento alguno del gobierno mexicano.
Una denuncia que vendría como paso inevitable tras unos diálogos entre Sheinbaum y Google que no han contentado a la presidenta. Según cuentan desde France24, esta le habría enviado varios mensajes a los jefes de Google exponiendo “una serie de argumentos que incluyen que la designación de la zona marítima compartida por México, Estados Unidos y Cuba es parte de un proceso histórico y del consenso”. Vamos, lo lógico: que no puede venir quien la dé la gana a renombrar las cosas de todxs por antojo. De hecho, la propia Sheinbaum ya mostró unas semanas atrás un mapa histórico del siglo XVII en el que el golfo aparece representado como golfo de México. Es una realidad.
¿Y qué dice Google al respecto?
Al parecer, ha intentado calmar a la presidenta mexicana diciéndole que lxs usuarixs en México pueden seguir viendo el golfo bajo la denominación de golfo de México. Serán lxs de Estados Unidos, y lxs del resto del mundo si así lo deciden, quienes vean el nombre de golfo de América en su lugar. Una decisión insuficiente. En palabras de Sheinbaum, “si es necesario presentaremos una demanda civil. Nuestra área jurídica ya está estudiando qué significaría eso, pero esperamos que Google lo reconsidere”. Una oposición clara y legítima que llega en mitad de un entorno crispado también por las deportaciones masivas de inmigrantes latinxs de EEUU.
Y tú te estarás preguntando: ¿qué tan importante es un nombre con la que está cayendo? Pues mucho. Primero, porque es un movimiento de Trump hacia un engrandiosamiento del patriotismo estadounidense en detrimento del sentir del resto de ciudadanxs del mundo. Es algo así como lo importante es Estados Unidos y os jodéis. Lo segundo es por las formas: las de un matón que impone su voluntad sin miramiento. Y lo tercero es la conformidad de las grandes empresas. Que Disney o Google se plieguen a la voluntad de Trump, cuyas decisiones son cada vez más cafres, lleva la mente hacia un futuro distópico. Tienen demasiado poder para estar en el bando equivocado.