Este hombre visitó todos los países del mundo sin subirse a un avión

Han sido nueve años duros pero también espectaculares. Una prueba de que se puede viajar sin lujos

Probablemente hayas fantaseado más de una vez con la súper hazaña milenial: visitar todos los países del mundo. No serías ni mucho menos la primera persona en conseguirlo: poco menos de 300 personas ya han completado su particular mapamundi. Algo que, aunque muy bonito, también es muy contaminante si lo piensas. Al fin y al cabo, los aviones no son precisamente transportes ecológicos. Da que pensar. Quizá lo más ético sea quedarse en casita. O no. Porque el viajero danés Torbjørn C. Pedersen, más conocido simplemente como Thor, ha mostrado el camino de una nueva manera de cumplir con la hazaña: sin subirse ni una sola vez a un avión. Una aventura maravillosa.

El viaje ha durado aproximadamente nueve años. A lo largo de él, y como explica en una entrevista para la BBC, se mantuvo fiel a una regla que iba mucho más allá de no pillar aviones: “No compraré, pediré prestado ni alquilaré un vehículo para ir de A a B y definitivamente no iré con chófer. Así me aseguraré de pasar mucho tiempo con los lugareños y otros viajeros, una forma increíble de ver el mundo”. Además, a esta regla autoimpuesta se le suma otra de mucha importancia y es la de pasar al menos 24 horas en cada país. Nada de cruzar levemente una frontera y tachar el país del mapa del mundo. No, se obligaba a sí mismo a conocer de verdad los diferentes lugares.

De todos ellos, cuenta en el citado medio, el que más problemas le dió para entrar fue Guinea Ecuatorial. “Prácticamente me di por vencido. Estuve en aprietos. Visité cuatro, cinco y hasta seis embajadas y consulados diferentes tratando de obtener una visa y no me trataban de modo cortés ni amable. Crucé fronteras terrestres y en muchos, muchos puestos de control cualquier persona con uniforme hacía de mi vida una pesadilla. Fue un periodo realmente difícil. Me tomó casi cuatro meses entrar en el país”. Era el número 100 de la lista. Para entonces, explica, ya estaba muy cansado. Viajar así no es precisamente cómodo. Requiere mucha fortaleza mental y mucho compromiso.

De hecho, cuenta, “no sabes cuántas veces he estado en un muy, muy largo viaje incómodo en autobús y he mirado al cielo azul para ver pasar un avión y me he preguntado ‘¿qué estoy haciendo con mi vida en este momento’?”. Pero a pesar de ello, a pesar de viajes de hasta 54 horas, Thor nunca traicionó sus principios. Siguió así hasta el final. Por un lado, para cumplir ese sueño que se había marcado estando en su país natal, Dinamarca, un buen día. Por otro lado, para demostrar que se puede viajar con un presupuesto bajo si estáis dispuestxs a sacrificar las comodidades de las que has estado rodeadx desde muy pequeñx. No es fácil. No es un desafío para todas las almas.