Habéis estado hablando un par de meses, os habéis liado, habéis follado, habéis desayunado juntxs, habéis compartido risas y también preocupaciones. Pero nunca habéis sido nada. Nunca os habéis definido como una pareja. Y ahora se ha acabado, estas rayadx y encima te sientes imbécil por llorar por tu “casi algo”. No te sientas imbécil, porque los sentimientos no entienden de etiquetas.
A pesar de que nos empeñemos a no poner etiquetas a las relaciones que tenemos, lo cierto es que eso no nos protegerá del posible dolor. No querer etiquetar lo que tenemos con ese “rollo” puede parecer un método eficaz para evitar que te hagas ilusiones rápidamente o que te encariñes demasiado de esa persona. Pero en el fondo solo es una fachada, porque si has compartido situaciones íntimas y realmente has pasado tiempo de calidad con esa persona, es normal que duela su ausencia.
Llamarle ruptura, te ayudará
Está bien llorar por esas relaciones sin etiquetas y reconocer nuestros sentimientos. No eres más tontx por haberte pillado por una persona con la que parecía que había un futuro. O al menos que las cosas estaban bien y que sentías que realmente el sentimiento era mutuo. En situaciones como estas no debemos culparnos por estar tristes. Creer que dolería menos por simplemente llamarle “rollo” es engañarse a unx mismx.
Es muy común también que en esta situación, especialmente si es la otra persona la que ha puesto fin a vuestra relación, te sientas como el “que ha perdido”. Especialmente si era la otra persona la que estuvo marcando los tempos de cómo se desarrollaba todo y la que insistía en no etiquetar las cosas. Pero no te equivoques, seguramente la otra persona también lo esté pasando mal. Aunque no te lo transmita.
Sea como sea, aunque te dé reparo llamarlo “ruptura” es como si en realidad estuvieras viviendo una. Así que, lo mejor que puedes hacer para superarla es dejar que los sentimientos fluyan, aunque te sientas triste. Acéptalos con honestidad y no te recrimines el hecho de sentirte como si te hubieran roto el corazón, porque sí lo han hecho.
Seguramente también te duela más lo que podría haber sido que lo que ha sido. Es decir, como parecía que estabais en un estado inicial de una potencial relación real, lamentas que al final no evolucionara a ese estadio. Aunque seguramente, por mucho que os empeñaseis en decir que no eráis novixs, ya actuabais como tal.