La regla número uno por excelencia después de una ruptura es que establezcas un período de contacto cero con tu ex. Al menos eso es lo que popularmente se aconseja a cualquier amigx después de dejarlo. Pero lo cierto es que, aunque parezca contradictorio, hablar con tu ex también puede ser una manera para acabar de superar la relación.
Por desgracia no todxs tenemos los medios ni el talento de Miley o Shakira para sacar toda la mierda en una canción. Esa catarsis tan necesaria que es la que marca la diferencia entre irte a dormir una noche más pensando en esa persona o bien pasar página y centrarte en ti mismx. La alternativa a sacar un hitazo es hablar con tus amigxs.
Hablar mal sobre tu ex (especialmente si has vivido una relación tóxica) está bien. Es correcto. Procesar los sentimientos negativos o puntualizar las cosas que no estaban bien y te hacían sentir mal es superlegítimo. Eso no quiere decir que tengas que tildar a esa persona de mala o locx. Simplemente, es poner los puntos sobre las íes. Puede haber sido una relación muy bonita, pero haber episodios y dinámicas que realmente te hicieran daño. Y eso es necesario sacarlo.
Es de sobras conocido que es mejor sacar este tipo de cosas a tiempo antes de que te hagan mala sangre. Es en este punto dónde puede que te replantees volver a escribirle a tu ex para quedar un día y hacer un café o bien enviarle tremendo parrafote por Whatsapp. Si escribirle para puntualizar todo aquello que te dolió y no te gusto es algo que realmente crees que te hará sentir mejor, hazlo.
No solx lo decimos nosotrxs. Son muchos los terapeutas y psicólogxs que recomiendan tener una conversación sobre toda la mierda que hubo en la relación para cerrarla. Sí que es cierto que existe el riesgo de “volver a caer” una vez le escribes. Pero lo ideal es hacerlo sin que pase mucho tiempo desde la ruptura, porque escribirle cinco años más tarde puede ser un poco random. O peor, que tardes cinco años de tu valiosa vida a cerrar unas heridas que no te han permitido avanzar en otras relaciones.
Así que sí, si sientes que un último mensaje o una última conversación con tu ex puede ayudarte a sanar las cosas, no te lo pienses. Pon todo lo que quieres expresar en una lista y no te dejes ni un solo punto por tachar. Será casi tan catártico como decirle “una loba como yo no está pa’ tipos como tú” o “puedo comprarme flores yo misma”.