Cómo practicar correctamente la regla del contacto cero tras una ruptura

Una técnica que implica cortar de forma rotunda con cualquier tipo de comunicación física o digital con la ex pareja

Sé que duele. Y que quieres coger el móvil, abrir el whatsapp y escribirle cualquier cosa. O aún peor: pedirle que os veáis o plantarte en su casa. Lo que sea que mantenga la triste ilusión de que todavía no ha terminado de verdad. Que seguís conectados. Que vais a volver. Que todavía hay esperanza. Quienes te quieren, sin embargo, te recomiendan con entusiasmo practicar la regla del ‘contacto cero’. Una técnica cada vez más popular de la que hablamos con el psicólogo Diego Albarracín, de El Prado Psicológos, por la polémica que la rodea.

"Consiste en mantener un periodo de tiempo en el que la persona tiene que suprimir cualquier tipo de contacto con su ex pareja. Eso implica no solo eliminar el contacto físico, sino también la comunicación a través de redes sociales, llamadas telefónicas e incluso terceras personas. Algunos profesionales establecen además el periodo más idóneo para que la técnica tenga los efectos deseados: se habla de un lapso que oscila entre los veinte y los noventa días, según las circunstancias de cada caso", cuenta este experto en psicoterapia psicoanalítica.

Buena herramienta, mal objetivo

Según cuenta Diego, efectivamente "en muchos casos es recomendable que la persona se mantenga a una distancia física y emocional con la expareja o incluso que exista una ausencia total de comunicación entre ellos". Facilita el proceso de duelo y superación, genera el espacio necesario para la reflexión, permite disfrutar nuevas experiencias y, desde luego, contribuye a romper la malsana dependencia emocional. En palabras del experto, "es una práctica bastante habitual en terapia de pareja" y terapia personal.

El problema, y además muy grande, es el objetivo con el que la inmensa mayoría de artículos en internet y medios de comunicación recomiendan la técnica del contacto cero: recuperar a la expareja a medio o largo plazo. En primer lugar, porque en muchas ocasiones la relación acaba definitivamente y, en este caso, cualquier técnica terapéutica debe ir destinada a "facilitar esa separación, hacer un buen manejo de la pérdida y favorecer la adaptación a la nueva vida sin pareja", dice Diego. Lo contrario, la resistencia ante lo inevitable, es cultivar sufrimiento.

Y en segundo lugar, y más importante, porque "se trata de una estrategia manipuladora", dice el también antropólogo social. Su postura es clara: "Querer recuperar a tu ex pareja y retomar la relación es legítimo, pero no lo es tanto este método que, a mi modo de ver, contiene una actitud deshonesta. Al fin y al cabo, se quieren conseguir unos efectos sin que la otra persona sea consciente de ello. No me parece ni adecuado ni saludable utilizarla con este objetivo, especialmente si se pretende retomar una relación de confianza y claridad".

La mentira del ideal romántico

De todas formas, quizá lo peor de la publicidad que hacen tantos gurús de la regla del contacto cero como método de recuperación del ex es el dogmatismo. Te dicen que siguiéndola lograrás seguro, cien por cien, ese objetivo que tanto deseas. Independientemente de cómo sois o las circunstancias que os rodean. Algo que Diego niega rotundamente; "No tengo conocimiento de ninguna investigación científica que pueda apoyar empíricamente si la técnica del contacto cero tienen algún efecto positivo en la reunión de la pareja, como se está popularizando".

Por un lado, porque "las razones por las que cada pareja se separa son múltiples y depende de muchos factores variados: patrones de relaciones previos, dinámicas emocionales instauradas y muchos otros", asegura el psicólogo. Y por otro, porque "aparentar que no te importa alguien con el objetivo de que tenga una reacción de acercamiento responde a las clásicas creencias del ideal romántico, de que 'si te quiere, volverá', añade Diego, que hace especial incapié en este asunto: "¡Ojo con los ideales del amor romántico que no están ajustados a la realidad!"

Para este especialista, que ha tratado de cerca estos problemas, el uso del contacto cero con la expectativa de atraer de nuevo al ex responde, en última instancia, a un comportamiento de dinámica de poder y a un tira y afloja que solo incrementa los problemas: "Desde la teoría del aprendizaje sabemos que el reforzamiento intermitente, es decir, dar algo positivo de forma periódica y no continua, es lo que más refuerza conductas indeseadas en las parejas". Es decir, que aunque recuperarás a tu ex, la toxicidad de vuestra relación quedaría patente.

¿Y entonces qué?

Como ya hemos comentado, practicar la regla del contacto cero puede resultar beneficioso en determinadas ocasiones. Desde luego es mucho más saludable que andar pegado al teléfono móvil esperando un whatsapp o vigilando su Instagram cuando ha decidido romper contigo. Sin embargo, no solo es importante la razón con la que apliques este método, sino también todas las circunstancias propias tuyas y de vuestra relación. Por eso, dice Diego, "no es una técnica que recomendaría de entrada, sino que habría que valorar muchos aspectos".

Si la ruptura te está jodiendo muchísimo y necesitas ayudas, opta por acudir a terapia en lugar de seguir los consejos facilones de cualquier gurú del amor de internet. "Cualquier intervención psicológica tiene que estar integrada en un marco de trabajo más amplio y riguroso. Y fomentar la responsabilización, la claridad y la comunicación honesta, no la manipulación. Cuando estás enamorado y tu ex, tomar distancia suele ser efectivo, pero para aceptar la nueva situación y elaborar la pérdida", dice Diego para acabar. Todo lo demás es pura toxicidad para ti y para la otra persona.