¿Por qué no paro de pensar en romper con mi pareja?

Es una idea que te perturba y a la que no paras de darle vueltas, pero tiene su porqué

Igual que la canción hortera de turno, la idea de dejar a tu pareja te asalta constantemente en las situaciones más inesperadas de tu día a día: duchándote, preparando la cena, en el súper mientras miras las ofertas de carne... Es una idea que te perturba y si no paras de darle vueltas es porque ciertamente hay algo que te reconcome.

Hay diversos factores por los cuales puede que esta idea te esté asaltando cada noche antes de irte a dormir. Puede que estés pasando por una mala racha con tu pareja, o bien se trata de otros factores externos como que hayas conocido a alguien o que en tu grupo de amigxs haya habido más rupturas. Si se trata de la primera pareja formal que has tenido en tu vida, y con la cual ya llevas bastantes años, también puede que te asalte la duda de si te estás perdiendo algo o si eres demasiado joven para llevar tanto tiempo con la misma persona.

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Es importante identificar si nace de alguno de estos sitios esta idea, porque la manera de afrontarlo y gestionarlo es radicalmente diferente. En los grupos de chicas, a veces, se acaban sincronizando las etapas vitales. Es decir, una amiga lo deja con su pareja y a los tres meses medio grupo vuelve a estar soltero. Si te estás planteando dejarlo con tu pareja que sea porque realmente estás viendo que tú tampoco estás bien en esa relación y que no eres feliz. No para estar en el mismo mood vital que el resto del grupo.

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De la misma manera, esas ideas de “ser demasiado joven” o “perderte cosas” tienes que valorar si es porque estás oyendo comentarios de fuera o porque realmente lo deseas. Es decir, si tú estás bien con tu pareja y sientes que de cara a la sociedad pareces más “tontx” o menos “modernx” por el simple hecho de llevar mucho tiempo con la misma persona, entonces para. Para porque realmente la idea de dejarlo viene más de fuera que de dentro. A veces cuesta distinguir lo que queremos genuinamente y lo que la sociedad quiere que queramos.

Sea como sea, si se repite esta pregunta una y otra vez en tu cabeza, lo mejor que puedes hacer es afrontarla. Aunque te genere un nudo en el estómago. Pero lo cierto es que esa pregunta no parara de repetirse en tu cabeza hasta que la afrontes y encuentres una respuesta.