Las dos pruebas cruciales para que vuestra relación funcione

Los malos momentos y los buenos momentos. Ahí se revela vuestra fortaleza

Que no te engañe la falta de conflictos en los albores de vuestra relación: las discusiones van a llegar en algún momento. Simplemente ahora, en plena fase de enamoramiento, estáis mucho más predispuestxs a dejar pasar las cosas que os molestan. Más adelante, cuando la cascada de hormonas se ralentice, cada uno de vosotrxs comenzará a querer establecer barreras. Y es totalmente comprensible y saludable. No hay nada malo en ello. Eso sí: según explica la experta en cambios vitales Tara Denneny en una publicación para la revista especializada Psychology Today, la manera en la que respondáis a esas peleas determinará la salud de vuestra relación. Es la primera gran prueba.

En sus propias palabras, “lo que importa no es solo el tema del desacuerdo, sino también cómo se comunican las parejas durante el transcurso del mismo: la investigación muestra que si bien un desacuerdo en sí mismo no es dañino, estar a la defensiva, ser terco o retirarse de una discusión puede ser perjudicial para las relaciones”. ¿Con qué tono os decís las cosas más desagradables? ¿Os dejáis hablar con paciencia y generosidad o andáis tratando de hablar por encima de la otra persona como si su opinión no fuese importante? ¿Os dedicáis a menospreciar las emociones de la otra parte durante las peleas? Todos estos detalles importan. Importan demasiado.

Así deberías afrontar una discusión de pareja

En conjunto, y siempre según esta especialista, existen cuatro estrategias generales para afrontar las discusiones. La primera de ellas, quizás la peor de todas, es la activa-destructiva, donde una de las partes o ambas se dedican a criticar y amenazar abiertamente. La segunda de ellas es la pasiva-destructiva, donde hay una indiferencia muy perjudicial para la relación a largo plazo. La tercera de ellas es la pasiva-constructiva, en la que no hay una gran comunicación pero sí una voluntad de arreglar las cosas.

Por último, está la que debería ser la norma en vuestra relación: la activa-constructiva, caracterizada por el trabajo en equipo como mecanismo de solución. Pero los malos momentos son solo una de las dos grandes pruebas que tendréis que enfrentar. La otra, escribe Denneny, son los momentos de felicidad y celebración. “Una respuesta activa-constructiva a los buenos momentos se caracteriza por entusiasmo, apoyo e interés genuino y tiene el impacto más positivo en la satisfacción de la relación”.

Si te ascienden, se lo cuentes a tu pareja y te critica, se mantiene medio calladx o se alegra de una manera muy comedida, algo en tu interior se remueve. Te hace sentir menospreciadx. Y lo mismo a la inversa: lo normal sería que compartieras honestamente su alegría en las buenas noticias. Si no lo haces, es que algo no va bien. A trabajarlo.