La pregunta clave que deberías hacerle a tu pareja a menudo

¿Os conformáis con resolver los pequeños conflictos? Debéis llegar al fondo de los problemas para proteger la relación

No te rayes: es totalmente normal que surjan conflictos en tu relación de vez en cuando. Lo importante, explica el psicólogo Leon F. Seltzer en una publicación para Psychology Today, es el método de resolución de conflictos que implementáis. A grandes rasgos existen cinco: el método tiburón, donde una o ambas partes defiende sus intereses agresivamente; el método tortuga, cuando una o ambas partes evita el conflicto; el método osito, en el que una parte sacrifica sus intereses para que la otra gane; el método zorro, en el que os obligáis a ceder ambxs incluso si unx tiene razón; y el método búho, en el que ambas partes protegen sus intereses y los de la relación. Este último es el ideal. Pero le falta algo.

Está muy bien que ambxs entendáis que las relaciones requieren equilibrio. Que no debéis imponeros pero tampoco esconderos ni dar todo de vosotrxs a cambio de nada. El punto perfecto está en defender vuestra posición sin agresividad, con empatía, con flexibilidad y con un enfoque colaborativo que también piense en la otra persona. El problema es que los conflictos muchas veces son más de lo que parecen: a menudo esconden un conflicto más grande que unx de las partes puede tener dificultades en compartir. Es fácil disculparse porque tuviste una mala reacción. Es difícil expresar que probablemente esa mala reacción provenga de un rencor acumulado que no logras gestionar.

En ese sentido, Seltzer cree que todas las parejas deberían navegar hacia un estilo búho de confrontación de los conflictos, pero añadiendo en algún momento de la conversación una pregunta clave: ¿hay algo más de lo que creas que deberíamos hablar? No parece gran cosa, pero puede ser transformadora. En lugar de limitaros a solucionar los miniconflictos que brotan, en lugar de contentaros con recuperar la armonía mínima, os comprometéis profundamente a cuidar de la relación. No quieres dejar el conflicto atrás lo más rápido posible. No quieres mirar a otro lado y seguir con tu vida. Quieres escucharle. Quieres asomarte a un problema más significativo. Quieres encontrarle solución.

Practicar el hábito de hacer esta pregunta más a menudo es una forma de no dejar que el método búho domine en los pequeños conflictos pero el método tortuga en los gordos. En palabras de Seltzer, “dado nuestro sentido de vulnerabilidad tendemos a evitar mencionar molestias que podrían disminuir nuestros sentimientos de seguridad y protección, pero si bien esta táctica puede servir para mantener a raya la ansiedad, actuar como la tortuga no resuelve ni puede resolver nada, y es probable que lo que no se ha enfrentado se encone dentro de nosotros y genere consecuencias más graves en el futuro. No os conforméis con pequeñas reconciliaciones. Profundizad en los conflictos.