El año en el que las “falsas feministas” fuimos de todo menos falsas

Es imposible considerar falso y excluyente a un movimiento que pretende recuperar los derechos que nos fueron negados.

El viernes 25 de agosto de 2023 muchas de nosotras estábamos trabajando cuando Luis Rubiales salió a dar una rueda de prensa que empañó, junto al beso no consentido a Jenni Hermoso, la victoria de la Selección Femenina de Fútbol. Todas esperábamos que dimitiera, pero no lo hizo. Solo repetía: “No voy a dimitir, no voy a dimitir, ¡no voy a dimitir!”. Ya nos habíamos anotado el título de campeonas del mundo y eso suponía un verdadero hito histórico. Sin embargo, además del 1-0 a Inglaterra, nos metíamos en el bolsillo un “piquito” que daría la vuelta al mundo por la falta de decoro, por la polémica, por levantar a una jugadora por los aires y darle un beso en la boca sin consentimiento, guiado por el “entusiasmo” del momento.

Pero eso no lo fue todo. Volvamos al momento de la rueda de prensa, cuando el seleccionador dio una masterclass sobre lo que él consideraba feminismo y no “ese falso feminismo al que no le importan las personas”.

En realidad, a estas alturas, podemos confesarlo: fue gracioso. Lo fue porque nosotras ya sabíamos con antelación que no existe el falso feminismo, como tampoco existen las teorías acerca de que la tierra es plana. Existen los terraplanistas, eso seguro. Pero, todo el mundo, en su sano juicio, sabe que la tierra es redonda y que giramos alrededor del Sol. Igual, justo por eso, lo que Rubiales esperaba es que nosotras girásemos alrededor de él.

¿Y qué pasa cuando no lo hacemos? ¿Cuando no actuamos como se supone que deberíamos hacerlo al recibir un simple beso, una “inocente” muestra de cariño? Entonces sí, hay que buscar un culpable. La otredad. El señalamiento. Porque, como el mismo Rubiales dijo en rueda de prensa, la culpa la tiene el falso feminismo. “Hijas, aprended esta lección, vosotras sois feministas de verdad y no el falso feminismo que hay por ahí”. Pero, ¿qué escondía realmente el mensaje que el seleccionador de fútbol lanzaba al aire entre decenas de aplausos?

Como ya intuíamos en ese momento, decir “falso feminismo” o “falsas feministas” es una manera de descalificar las críticas de las mujeres, para desviar la atención de la gravedad de un hecho, como es el caso del beso no consentido de Rubiales a Jenni Hermoso. Ese feminismo que no solo avanza en la igualdad de las mujeres sino que, según Rubiales, persigue a los hombres injustamente y “está esperando una ejecución para ponerse la medalla y decir que están avanzando”.

Un feminismo “demasiado exigente” para quienes no aceptan que las mujeres hemos adquirido derechos y voz, y que ya no nos callamos ante los casos de abuso y sexismo.

Hitos feministas de los últimos años

El término, además, se utiliza para demonizar el feminismo ante el aumento de movilizaciones:

  • Marzo 2018: 8 M histórico, influenciado por el #MeToo en EE. UU.
  • Abril de 2018: lanzaron el hashtag #Cuéntalo, tras la sentencia condenatoria por abuso sexual y no violación de ‘La Manada’.
  • Octubre de 2022: Ley ‘Solo sí es Sí’.
  • Marzo de 2023: se aprueba la ‘Ley Trans y de garantía de los derechos LGTBI’.
  • Agosto de 2023 A raíz del beso de Rubiales a Jenni Hermoso, miles de mujeres alzaron la voz con el hashtag #SeAcabó.

Todos estos hitos y avances en materias de igualdad han sido posibles gracias a una ola de feministas que no son ni falsas, ni mentirosas, ni quieren acabar con los hombres. ¿Por qué se teme tanto al feminismo? ¿Por qué se le señala como falso?

Es imposible considerar falso y excluyente a un movimiento que pretende recuperar los derechos que nos fueron negados. Ganar terreno, sentir la igualdad como un hecho. Decir que no fue un simple beso.