El fútbol sí que es cosa de chicas. Cientos de mujeres han celebrado a través de las redes sociales la victoria de la selección española de fútbol en el Mundial femenino, un increíble gol de Olga Carmona dio la victoria a España frente a Inglaterra en el partido celebrado en Sídney. Esta victoria no solo es cosa de fútbol, genera una nueva oleada de referentes para las mujeres que siempre han querido jugar, y ahora tienen excelentes futbolistas en las que apoyarse.
El discurso que dio la jugadora Irene Paredes antes de que ganaran el mundial explica cómo gracias a dar visibilidad al fútbol femenino las jóvenes que comiencen a jugar de pequeñas podrán sentir que es un deporte tan suyo como de cualquier otra persona, sin importar el género.
Campeonas y cada vez más visibles
Con esta increíble victoria se hace también un gran avance a la hora de celebrar el deporte femenino. El pasado mes de enero las jugadoras del Barcelona tuvieron que colocarse ellas mismas las medallas tras ganar la Supercopa frente a la Real Sociedad, y en este partido hicieron saltar hasta a la reina Letizia, quien se saltó el protocolo real respondiendo a la orden de “¡Que bote Letizia!” que hizo que se pusiera a celebrarlo con ellas.
También se ha avanzado mucho en la comunicación de la victoria, antes de que las chicas ganaran el mundial algunas portadas de la prensa deportiva se llenaban de la cara de Jorge Vilda, el entrenador de las chicas, mientras que ahora las grandes cabeceras celebran con orgullo a las campeonas, con un guiño a la otra vez que España ganó el mundial.
Sin embargo hay cosas en las que se sigue sin avanzar, la jugadora de la selección Jenni Hermoso recibió un “pico” de Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de fútbol. Este gesto, que quedó grabado en televisión ha levantado un gran debate en redes sociales sobre el consentimiento. En el vídeo del beso se puede ver cómo Rubiales le agarra la cabeza a Jenni con las dos manos y le planta un pico, sin por supuesto pedir consentimiento antes e invadiendo su espacio personal.
Poco más tarde, celebrando la victoria en los vestuarios, la jugadora admitió que el beso no le había gustado y comentaba con sus compañeras como no pudo hacer nada al respecto: “¿Pero qué hago yo? no me ha gustado, eh” decía la jugadora. En redes algunos usuarios han comparado el beso entre ambos con el que tuvo lugar entre Iker Casillas y Sara Carbonero en el mundial del 2010, pero cabe comprender que en ese momento el jugador y la periodista eran pareja y que si que había un consentimiento entre ambos. Este hecho, ya denunciado por varias asociaciones, mancha una feliz victoria del equipo español femenino, pero no quita que estas mujeres se conviertan en referentes de una nueva generación de futbolistas que pueden jugar a fútbol tranquilas sin que nadie les diga que es “cosa de chicos”.