Existe un país europeo donde las mujeres tendrán que mirar al feto cara a cara antes de abortar

El país está a punto de aprobar una ley totalmente retrógrada y machista que dificulta aún más el proceso

A nadie le gusta abortar, esto ya lo sabemos. Es un proceso doloroso tanto a nivel físico como psicológico y quienes quieren mantenernos en el pasado lo saben. Por eso, van a someternos a daños aún peores, para que sea todavía más traumático de lo que ya es. Siguen insistiendo en que el feto es un ser humano y la embarazada, una asesina de niños inocentes. La lucha por el aborto libre pasa por una criminalización cruel de la mujer y el último episodio de esta pelea se vive estos días en Eslovaquia.

El país centroeruopeo debate este viernes una ley que pone los pelos de punta: que las mujeres embarazadas tengan que ver las radiografías de los fetos e incluso escuchar su latido antes de tomar la decisión de abortar. Como todo el mundo sabe, el momento del cara a cara con el feto es uno de los más íntimos del embarazo. Desarrollas esa conexión, en el caso de que sea un embarazo cuando es deseado, pero también genera mucho más dolor si lo que necesitas en ese momento es, precisamente, abortar.

Lo más triste es que la mayoría conservadora del Congreso permitirá que la propuesta de ley se apruebe sin chistar. Es la primera norma de este tipo en toda Europa. La nueva regulación prohíbe la publicidad de las clínicas para abortar y multas muy altas para quienes promocionen la interrupción voluntaria del embarazo.

Este panorama supone un verdadero calvario para las 7.500 mujeres que abortan cada año y los impulsores de la norma creen que esta ley reducirá las intervenciones en un 80%: es decir, miles de bebés indeseados al año. Como en cualquier país donde siquiera se plantea la posibilidad de hacer una norma así de cruel, la Iglesia está metiendo las narices y presionando para que sea así. Políticos conservadores + clero = el combo del terror para la libertad de las mujeres.

Pero las protestas están aseguradas y decenas de miles de personas se enfrentarán al gobierno para intentar rebatir la ley. La oposición tiene, además el apoyo de organismos internacionales como Human Rights Watch, Amnistía Internacional o Marie Stopes International la han catalogado como  un atraso, sobre todo, porque las propuestas no suponen ni mucho menos más seguridad médica ni para la mujer ni para el feto. No hay motivos médicos que la apoyen. Amnistía Internacional ya ha emitido un comunicado que pide frenar esta ley, que viola los derechos básicos de las mujeres.

“Esta legislación es un claro intento de hacer retroceder los derechos reproductivos de las mujeres en Eslovaquia. Dañará la salud y el bienestar de las mujeres, obstaculizará su acceso a un aborto seguro y violará las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos contraídas por Eslovaquia”, decía la organización en un comunicado donde insistía en que se trata de un pésimo precedente para Europa.

En varios países hemos visto cómo los partidos de extrema derecha coquetean con propuestas que se asemejan a esta barbaridad. Empezando por Polonia, pero siguiendo por muchos otros países, incluido el nuestro, donde ya tenemos un partido empecinado con derogar la ley de violencia de género. Está en nuestras manos velar por frenarlos porque cuando llegan al poder, tal vez ya es demasiado tarde.