La carta de la periodista española que ha sufrido el machismo del Mundial

La reportera de Mediaset hablado después recibir por parte de hinchas piropos y besos que nunca pidió

El Mundial de Rusia ha probado que aún estamos lejos de acabar con el machismo. La periodista del equipo de Mediaset destinada a cubrir el acontecimiento deportivo, María Gómez, es una de las reporteras que ha tenido que soportarlo. También es una de las que ha utilizado las redes para acallar a todos aquellos que han tachado de exageradas a las periodistas que han denunciado los besos y tocamientos que han recibido por parte de algunos hinchas.

Ella ha pasado por varias situaciones machistas. Una de ellas tuvo lugar cuando en una entrevista posterior a la derrota de La Roja un aficionado le preguntó “¿cómo te llamas, guapa?”  y ella optó por responder tajante y lejos de tolerar ese trato: “María, pero lo de guapa no hace falta. María. Periodista”. Y como compartió en las redes, también tuvo que soportar que otro hincha le diera un beso en la mejilla mientras hablaba ante la cámara. 

María decidió compartir aquel instante en las redes para probar que no hay exageraciones en las denuncias machistas del Mundial. Pero no sirvió de nada. Después de que España se quedara sin sitio en Rusia y de que María y otros periodistas españoles regresaran a casa, el debate de si lo que ocurre en Rusia es machismo o exageración seguía siendo un tema candente en las redes, por lo que ahora ha publicado un comunicado justificando su postura:

"Me llamo María Gómez y soy periodista”, dice María al comienzo del texto para pasar a recordar los empujones, tocamientos de pelo, tirones, besos, insultos y otros gestos que muchas han tenido que soportar. Unas faltas de respeto que, como añade en el comunicado, son lo que justamente le llevaron a cortar el comentario de aquel aficionado que le llamó "guapa". 

“No se me escapaba que el camino hacia la verdadera igualdad, el de la normalización definitiva de las relaciones entre géneros, obliga a ser escrupulosamente rigurosos con el lenguaje. Por eso nunca juzgué el comportamiento de ese aficionado como acoso, como sugieren algunos de los comentarios y, por supuesto, jamás valoré la posibilidad de denunciarle. Al terminar la conexión, la situación se resolvió como se solucionaban las cosas antes de la era del uso incendiario de las redes sociales: con unas simples disculpas. Todo lo que ha ocurrido a posteriori ha sido ajeno a mi intención”, escribió.

Y, para asegurarse de que nadie más la señale por los acontecimientos del Mundial, también se disculpó por los comentarios que hizo en Mediaset sobre la selección de Marruecos: "Quiero dormir con el enemigo. Los pibones de la selección de Marruecos es alucinante, te lo prometo. Subía en el ascensor y decía pero madre mía, cómo son todos tan guapos y majísimos. Van a perder mañana, pero alguien tendrá que consolarles, alguien tendrá que invitarles a un zumo".

Es por ello que María, no solo recuerda que aún hay mucho trabajo que hacer para acabar viviendo en un mundo igualitario, sino que aún es normal que todos cometamos errores —ella también—. "Yo misma debo revisar cada día delante y detrás de la cámara, mis propios criterios y comportamientos, poniendo en cuestión una educación y un modelo de sociedad que ha grabado en llamas 'verdades' y códigos que, sin duda, ha llegado el momento de revisar de forma serena pero irrevocable”, dijo para, acto seguido, indicar que la polémica en la que se vio inmersa ha provocado que se tome un descanso de las redes por un tiempo.

Un lapso para alejarse de este debate y de un machismo que, lamentablemente, ha sobrepasado las fronteras rusas para contaminar las redes