Pronto no podrás teletrabajar desde tu cafetería favorita

La hostelería quiere acabar con eso de que lxs clientxs pidan un café y se pasen las horas ocupando sus mesas

Lo de no tener que pasarte una hora en metro para ir al trabajo porque teletrabajas es una maravilla, pero eso de pasarte las mañanas y las tardes siempre bajo las mismas paredes de tu casita suele secarte el cerebro. Por eso te mola tanto lo de pillarte el portátil y los auriculares y bajarte a alguna de las cafeterías del barrio a pedirte un café y echar la mitad de la jornada ahí la mar de a gusto. Respiras otro ambiente. Te entretienes viendo a la gente pasar. Microsocializas una pizca. Es agradable. Mucho más que la implacable soledad del teletrabajo hogareño. ¿La mala noticia? Es probable que tu cafetería de confianza te prohíba pronto hacer esto. Y las del resto del barrio. Y las de toda la ciudad.

Porque el sector de la hostelería quiere terminar con esta práctica. Como cuentan desde Marca, muchxs empresarixs están hartxs de “quienes aprovechan para ocupar un espacio del local durante horas habiendo pedido una sola consumición y utilizando la red wifi del establecimiento”. Preferirían que consumieras mucho más o que te levantaras después de tomarte tu café y le dejaras hueco a alguien que sí fuera a dejarles dinero. Y lo mismo pasa con las larguísimas sobremesas que se pegan algunos grupos de amigxs. Se sientan a las dos de la tarde y se la pasan charlando y extendiendo la quedada en el restaurante hasta pasadas las cinco. Como si estuvieran en su casa.

¿Se podría implementar una medida así en España?

Y hasta ahí tiene sentido la queja de la hostelería. Admitámoslo. Nadie monta una cafetería para que la utilicen de coworking casi gratuito. Sin embargo, hay dos cuestiones claves en este asunto. Por un lado, que se está extendiendo una especie de reglamento informal que determina el tiempo que puede permanecer un cliente en una mesa según lo que pida: según este, un café da para 20 minutos, una cerveza para 25, un refresco para 35 y un bocadillo para 40. Y esto es demasiado subjetivo como para convertirse en una norma razonable. En todo caso puede ser un criterio alrededor del cual funcionar con flexibilidad. Si te echan a los 21 minutos de pedirte un café te cabreas y con razón.

Por otro lado, está el tema de la información. Sí, al parecer, los bares, las cafeterías y los restaurantes podrían implementar una medida así en nuestro país. Tienen derecho a pedirte que no ocupes una mesa mucho más tiempo del que se tarda normalmente en tomarse el producto que has pedido. No obstante, y esto es clave, “las leyes de protección al consumidor establecen que los términos y condiciones de una venta deben ser claros, visibles y no discriminatorios”, lo que implica que el negocio tiene que informarte de que tienes un tiempo límite para consumir tu pedido. Y de una manera inequívoca. De lo contrario, no pueden obligarte a marcharte sin más. La ley te ampara.