Has terminado la universidad. Carrera completada. Logro desbloqueado. Ahora, y aunque parezca una broma después de todos estos años de esfuerzo y sacrificio, viene la parte más difícil: encontrar trabajo. Lo es porque la mayoría de sectores profesionales tiene mayor demanda que oferta y porque muy probablemente cometas algunos errores claves fruto de la inexperiencia. Entre ellos, cuenta la asesora profesional y autora de ensayos sobre la búsqueda de empleo Amy Feind Reeves en la revista digital FastCompany, está el hecho de no reconocer bien tus habilidades. Porque las tienes. De organización. De trabajo en equipo. Incluso si no las aprendiste en tu trabajo de verdad. Valóralas.
Otro error muy extendido, dice esta especialista, es limitarse a postularse a ofertas de empleo online. Y esto no quiere decir que no debas hacerlo. Porque sí debes hacerlo. No obstante, es necesario que vaya acompañado de un proceso de creación de redes. En palabras de Reeves, “la creación de redes da miedo, pero en realidad es solo hablar con personas con el objetivo de decir: ‘¿Puedo contactarle en el futuro si veo un trabajo en su empresa?’ o ‘¿hay alguien más que pueda recomendarme?’. Es una herramienta realmente poderosa y puede acortar mucho tu búsqueda de empleo”. Al fin y al cabo, detrás de las empresas solo hay personas. Y esas personas son la clave en todo este asunto.
No te centres solo en ti
¿Y sabes qué es clave también? No caer en el error de enfocarte exclusivamente en ti mismx. “Eso es aproximadamente la mitad de lo que has de hacer. También necesitas presentarte como ‘aquí están todas las grandes cosas que puedo hacer por ti’”. En un contexto así, tras la uni, en el cual aún no has obtenido esa validación profesional y esa seguridad en tus capacidades, es normal que centres tus discursos en entrevistas y procesos de selección en tu persona. Quieres demostrar lo que todavía no se da por hecho. Sin embargo, lo que a la empresa le importa no es tu talento tal cual, sino cómo ese talento puede contribuir a la misma. Así que orienta tus respuestas en esa dirección.
Por último, y siempre según Reeves, otro error muy habitual en los recién graduados es no demostrar lo suficiente que se quiere el trabajo. Es un mecanismo de autoprotección, ya que, explican desde FastCompany, “actuar con calma y no ser demasiado entusiasta puede hacerte sentir menos vulnerable, pero el trabajo suele ir a la persona que más lo desea”. Y ojo: tampoco te pases de entusiasmo. Acudir a una entrevista demasiado motivadx o excitadx puede jugar en tu contra. En ese sentido, debes encontrar el equilibrio perfecto entre las ganas y la serenidad. Y una buena manera de hacerlo es informándote bien acerca de la compañía y mostrando ese conocimiento desde la relajación. Suerte.