Lo que está ocurriendo este junio en toda Europa demuestra más que nunca que el cambio climático va muy en serio y que hay que ir acostumbrándose a pasar un calor horroroso durante cada vez más semanas al año. Y si estás de chill de vacaciones no pasa nada: días de playa, tardes en la piscina o simplemente sofá con ventilador en la cara y se sobrevive. El problema es cuando tienes que ir a trabajar. Sí, quienes lo hacen al aire libre corren un gran riesgo para su salud, y por eso países como Italia lo han prohibido en las horas de más calor. Lo mismo quiere hacer España: prohibir currar al aire libre cuando haya alerta naranja o roja por altas temperaturas.
El razonamiento de Ione Belarra, la secretaria general de Podemos, el partido político que ha registrado esta iniciativa en el Congreso, es sencillo: si los episodios de lluvia torrencial o de nevada interrumpen legalmente la obligación de trabajar para proteger a lxs trabajadorxs, lo mismo debe ocurrir con las temperaturas extremas. Porque la amenaza para su vida es muy real. Para que te hagas una idea, solo en el pasado mes de junio murieron unas 380 personas por culpa del calor en nuestro país, algunas de ellas durante su jornada laboral. Y cifras igual de tristes se están viendo en algunos de los demás países europeos afectados por esta ola de calor.
En palabras de la propia Ione Belarra, “si hay una ola de calor toda la gente a casa, nadie puede estar en una obra, nadie puede estar limpiando una calle al aire libre”. Lo que se pretende es que se haga una evaluación de los riesgos que hay en cada profesión y en cada circunstancia y en base a ello se activen unas medidas de protección. Puede ser, como ya hemos dicho, la interrupción de la jornada, pero también la reducción de la misma o la modificación del horario para que lxs trabajadorxs esquiven las horas más peligrosas. Lo que sea salvo continuar como si nada. Como si esa gente tuviera que soportarlo todo. No es propio de una sociedad amable.
Y, además, y por si la empatía no es suficiente para estar a favor de esta iniciativa, piensa que en un futuro te puede tocar a ti. Porque el calentamiento global continúa y los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez mucho más frecuentes e intensos. Realmente no sabemos qué mundo nos vamos a encontrar en unos años. Quizás el simple hecho de ir hasta una oficina pueda ser peligroso durante las olas de calor o durante otros contextos, y cuanto más hayamos avanzado en este tipo de derechos, mejor. Poner la salud de lxs trabajadorxs en lo más alto de las prioridades es básico.