El toasted skin syndrome, conocido médicamente como eritema ab igne, es una afección de la piel en la que esta se enrojece con forma de red y genera manchas como si te hubieras quemado. Se trata de un síndrome del que se habla poco, pero que ahora se está conociendo más gracias a TikTok. Muchas chicas que padecen este problema han compartido cómo es su vida con este síndrome y cómo lidian con él.
El toasted skin syndrome es más frecuente en mujeres de entre 18 y 39 años y acostumbra a producirse por una exposición prolongada a fuentes de calor como los portátiles sobre las piernas, mantas eléctricas o botellas de agua caliente. De hecho, muchas de las chicas que en redes comparten que sufren este síndrome lo han desarrollado a raíz de utilizar la manta eléctrica para calmar los calambres menstruales. La exposición prolongada al calor puede dañar los vasos sanguíneos superficiales y las fibras elásticas de la piel, lo que provoca esta reacción de enrojecimiento, picazón, sensación de ardor e hiperpigmentación. La temperatura necesaria para que la piel reaccione así debe oscilar entre los 43 y 47 grados.
Cómo prevenir este síndrome
La manera más obvia para prevenir el toasted skin syndrome es evitar la larga exposición a este tipo de fuentes de calor, pero cuando el calor es la solución para otros dolores crónicos es muy difícil evitarlo. En casos severos o si los síntomas persisten a pesar de las medidas preventivas, pueden ser necesarios exámenes regulares de la piel y referencias a especialistas.
”Nunca visto camisetas así porque soy super consciente de cómo se ve mi espalda. Deseadme suerte”, explica una usuaria en TikTok mientras enseña que lleva un crop top que deja a la vista parte de las manchas generadas por la calor. Más allá de ser una condición médica que daña la piel y que podría llegar a desarrollar otros problemas, lo cierto es que muchas chicas viven con complejo por culpa de las manchas.
Muchas usuarias comentan cómo se sienten observadas cuando su piel queda expuesta, hecho que las incomoda. Es por ello que muchas han decidido empezar a compartir como es su vida con este síndrome: para darle visibilidad y también para ayudar a otras chicas que viven con esta afección a superar los complejos. Más allá del complejo, lo cierto es que al tener la piel dañada tampoco se la puede exponer al sol con la misma normalidad que la piel sana, por lo que requiere de más cuidados y precauciones.