Adiós a las vacaciones. Adiós al bronceado. Adiós a las tardes al sol. Hola a los resfriados, las gripes y los covids. El otoño trae muchas cosas bonitas, pero también un mal crónico: virus a mansalva. Y el año pasado lo vivimos con especial intensidad. Como ha apuntado hace poco la ministra de sanidad, Mónica García, el sistema sanitario entró en caos con tantos contagios. Y no quieren que vuelva a pasar. Para ello, el propio ministerio ha elaborado un borrador de documento, que será discutido en una comisión con todas las comunidades autónomas, que contempla actuaciones para cuatro escenarios diferentes. Pero todos ellos tienen algo en común: la presencia de la mascarilla en tu cara.
Por ejemplo, y en el escenario cero, el documento recomienda a los directores generales de sanidad de las distintas comunidades de España a promover la mascarilla entre quienes tengan el más mínimo síntoma de infección. Y, a ser posible, incluso el autoaislamiento para evitar más contagios. Un poco de gaming, un poco de lectura y mucha mantita. En el escenario uno, por su parte, cuando la transmisión de los virus esté en un nivel moderado o amplio, el documento aconseja implementar la obligatoriedad de la mascarilla en ámbitos vulnerables como son los centros sanitarios. No tendrías que llevarla por la calle pero sí en ciertos espacios. Y si puedes teletrabajar, dice el texto, mucho mejor.
¿El objetivo? Frenar una potencial oleada de contagios.
Luego está el escenario dos: uno en el que haya una circulación alta de los virus respiratorios. Aquí la recomendación de promoción del uso de la mascarilla se extiende también a las personas que “tengan un contacto cara a cara con el público prolongado”, tal como explican desde eldiario.es. También a quienes tengan ya una edad y cuenten con un sistema inmune mucho menos efectivo. Por último, y en el escenario tres, el documento desarrollado por el Ministerio de Sanidad aboga por poner en marcha actuaciones excepcionales, entre las que podría estar extender el uso de la mascarilla si fuera necesario. Lo que sea necesario para frenar una potencial oleada de contagios.
¿Una putada? Depende de la perspectiva. En cualquier caso, decía recientemente la ministra, “vacunación y medidas de higiene y contención como las mascarillas, es lo que hay, no mucho más, pues se trata de actuar antes, no cuando la curva está subiendo exponencialmente porque eso nos puede traer complicaciones”. Y no está exagerando. En el otoño e invierno de 2023 llegaron a darse casi 450 casos de gripe por cada 100.000 habitantes, muy por encima de la media habitual. Y para algunos grupos poblaciones es mucho más que una semana de estar hecho una mierda: es un desafío real a su supervivencia. Y tú, ¿estarías de acuerdo en volver a usar mascarilla estos meses?