Ya hay cursos para superar la fobia a contestar llamadas de móvil

Un estudio de la Universidad de Nottingham impulsa sesiones para combatir la “telefobia”

Imagina esto: tu móvil suena de repente y, en lugar de contestar, tu corazón se acelera y decides dejar que vaya al buzón de voz. Si esto te suena familiar, no estás solx. Para muchxs jóvenes, las llamadas han pasado de ser una herramienta de comunicación esencial a una fuente de ansiedad. Tanto así que, en la Universidad de Nottingham (el Reino Unido) han decidido abordar este miedo con sesiones de entrenamiento específicas para combatir la telefobia, como explica un reportaje de la BBC.

Liz Baxter, orientadora profesional del centro, explica que cada vez más estudiantes evitan usar el teléfono en contextos formales. Y esto es un problema, porque las entrevistas telefónicas siguen siendo un filtro clave en muchos procesos de selección laboral. “Los jóvenes simplemente no tienen la confianza para manejar este tipo de interacciones”, señala en declaraciones a la BBC.

No se trata de un caso aislado. Un estudio de Uswitch realizado entre 2.000 personas reveló que casi el 70% de los jóvenes de entre 18 y 34 años prefieren enviar un mensaje de texto antes que hacer una llamada. De hecho, un 23% confesó que evita por completo contestar llamadas inesperadas. Y más de la mitad de los encuestados asumen que, si alguien les llama sin previo aviso, es porque hay malas noticias de por medio.

Nyah, una estudiante de 16 años, explica que teme profundamente las llamadas telefónicas porque está acostumbrada a comunicarse a través del lenguaje corporal. “Cuando hablo por teléfono, siento que no puedo expresar lo que quiero decir de la misma manera”, admite. Evie, de 17, es aún más tajante: “Odio contestar llamadas. Solo hablo con mi mamá o mi papá, pero si alguien más me llama, lo ignoro. Es demasiado formal, no estamos acostumbrados a eso”.

Poder controlar los mensajes

Para muchos jóvenes, la comunicación escrita es mejor porque puedes controlar el mensaje que quieres dar. Donna, también de 16, dice que se pone ansiosa cuando suena su teléfono porque “para nuestra generación, lo normal es enviar mensajes”. Y Jack, de 18, ha optado directamente por mantener su teléfono en silencio para evitar la ansiedad que le provoca escucharlo sonar.

Pero esta tendencia tiene implicaciones en el mundo laboral. George Heritage, gerente de servicios al cliente en Express Recruitment, advierte que la ansiedad telefónica está afectando la forma en que las empresas interactúan con los candidatos. “Hemos visto un aumento en este fenómeno, sobre todo después de la Covid-19. Es un problema tanto para nuestra propia contratación como para la de nuestros clientes”.

Entonces, ¿cómo superar este miedo? Kyle Butterworth, de 28 años, lo enfrentó cuando empezó a trabajar en 2022. Su consejo es simple: “Haz llamadas. Ponte en control de la situación y ten claro lo que vas a decir antes de marcar. Al principio cuesta, pero con la práctica se vuelve natural”.

Tal vez no se trata de que las llamadas telefónicas vuelvan a ser lo que eran, sino de aprender a usarlas sin que se conviertan en un motivo de ansiedad. Y, en un mundo donde la comunicación sigue siendo clave, esa habilidad podría marcar la diferencia en más de una oportunidad.