Técnicas para lidiar con la tristeza de junio

No todo el mundo ama el verano y el calor. Para algunas personas es un infierno

Junio es la antesala del verano. Y para la mayoría de gente eso es una bendición: el frío desaparece definitivamente de sus vidas, comienzan a lucir día sí y día también todos esos looks bien fresquitos que muestran tanta piel y los planes sociales se multiplican. Para una minoría, sin embargo, junio trae consigo tristeza. Sí, tristeza. La aversión a las altas temperaturas renace tras meses de hibernación y el alma es invadida por una mezcla de pereza existencial e irritabilidad máxima. Otra vez el puto verano. Es lo que lxs expertos conocen como June Gloom y, según explica la psicoterapeuta Jennifer Nurick en este artículo para la revista digital Poosh, puedes plantarle cara.

¿Cómo? Para empezar, y contrariamente a lo que sueles hacer, tienes que exponerte a la luz solar. Ya, te da tanto asco el calor que prefieres convertir tu casa en una cueva y recluirte en ella toda la semana. No obstante, y como explica el neurocientífico Andrew Huberman en dicho medio, salir de casa “promueve tu bienestar metabólico, respalda la función positiva de tu sistema hormonal y encamina tu salud mental en la dirección correcta”. No te encierres. Y no solo por la luz solar: también porque tu bienestar emocional depende en cierta medida de conectar con otras personas. En palabras de Nurick, “las interacciones sociales pueden mejorar significativamente tu ánimo”.

Sí, tienes que hacer algo de ejercicio

Y el tercer consejo tampoco va a hacerte mucha gracia: esta especialista dice que deberías realizar al menos 30 minutos de ejercicio diario, ya que “el ejercicio libera endorfinas que pueden ayudar a aliviar los sentimientos de tristeza o letargo”. Camina por el parque a primera hora de la mañana o dale un poquito a las mancuernas en un gimnasio con aire acondicionado. Te sentirás mejor. Ah, y entrena también tus habilidades de atención plena. El verano no son tres días. El verano es muy largo. Demasiado largo para alguien como tú que adora las tardes frescas. En este sentido, aceptar el presente con todos sus defectos es clave para no volverte locx de ansiedad.

Pero Nurick tiene dos consejos más para ti, oh odiadorx de junios. Por un lado, planificar unas vacaciones. De nuevo, sí, lo que tú más ansías es bajar las persianas y pasarte semanas y semanas huyendo del calor fantaseando con el otoño. Pero eso es mortífero para tu felicidad. En su lugar, dice esta terapeuta, debes preparar alguna escapada guapa porque “las investigaciones muestran que la anticipación de vacaciones trae más felicidad que las vacaciones en sí”. Además, puedes elegir sitios poco calurosos. Y por otro lado, y para todas esas horas que pasarás en el interior de tu casa, trata de hacerla acogedora. Que no sea una cueva fea y triste. Que sea tu pequeño templito.