Los trucos para saber cuando alguien está mintiendo realmente

Parecen excesivamente tranquilos y sus historias son narrativamente perfectas

Las personas mienten. Sí, también aquellas que parecen seres de luz incapaces de faltar a la verdad. A veces son pequeñas mentiras de nada. Y otras grandes mentiras que te dejarían heladx si supieras que lo son. Pero no siempre es fácil descubrirlas. Sobre todo porque existe gente a la que se le da rematadamente bien mentir. No obstante, y como escriben desde Business Insider, “existen determinadas profesiones que se basan precisamente en saber discernir si una persona está diciendo la verdad o no”, como es el caso de “los agentes de los servicios secretos”. Uno de ellos, David J. Lieberman, acaba de publicar un ensayo, Mindreader, en el que recoge las señales claves para identificar el engaño.

Según Lieberman, psicoterapeuta experto en mentiras del FBI y de la CIA, una de esas señales es el uso de pronombres impersonales. Quienes mienten, y movidxs por la culpabilidad, evitarán pronombres que aludan directamente a ellxs mismxs como ‘yo’, ‘mi’ o ‘mío’ y se referirán en segunda o en tercera persona a la cosa de la que está hablando. Pero no solo las palabras les delatan. Además, escribe Lieberman en el libro, “cuando alguien finge una emoción esta no abarca toda la cara: la sonrisa no incluye la parte superior de la cara sino la inferior”. Esto es delatador. Si no se le ilumina todo el rostro, si no se le mueve la frente en el generoso acto de sonreír, está sonriendo estratégicamente.

Ojo, porque no todo es tan perfecto

Y hablando de estrategias: sus historias son demasiado perfectas. Empiezan donde tienen que empezar y acaban donde tienen que acabar. Algo que no suele ocurrir cuando hablas con honestidad porque ni tú ni la mayoría de personas tiene un máster en narrativa. Así que cuentas las cosas con cierto desorden, yéndote por las ramas en ocasiones y profundizando más allá de lo necesario. Las historias inventadas parecen entrenadas. Una secuencia lógica de acontecimientos que ni la mismísima Matute. Ah, y te la intentan vender. Esto es clave. “Necesita que le creas, lo que significa que suele explayarse mucho más allá del punto en el que una persona sincera habría dejado de hacerlo”.

Estas cuatro señales, si aprendes a prestarle verdadera atención, podrían ser suficientes para pillar a quienes tratan de mentirte, pero hay dos más que debes conocer según Lieberman. Por un lado, parecen excesivamente tranquilxs. Y eso no es natural. Si a ti te acusan de algo que no has hecho no estás tranquilx. Estás nerviosx, asustadx, enfadadx o sometido a cualquier otra emoción intensa. Pero no relajadx. Por otro lado, y muy ligado a lo anterior, las personas mentirosas se ven visiblemente aliviadas tras la conversación. Sienten que han escapado de algo. Si eres inocente no experimentas eso. Te quedas en plan: “Espera un segundo. Acaban de acusarme de algo”. Confía en tu intuición.