Es una de las epidemias más devastadoras de la historia de la humanidad: la soledad. Su vínculo tanto con las enfermedades mentales como con las enfermedades físicas es brutal y afecta cada vez a más y más personas. Las tribus desaparecieron. Las comunidades desaparecieron. Los vecindarios unidos desaparecieron. Hoy lxs jóvenes llevan vidas cada vez más aisladas. Rodeados de gente, sí, pero sin una conexión de verdad con ellas. No es una percepción viejuna: es la conclusión a la que ha llegado un estudio realizado por la aplicación Netxdoor, una red social destinada a comunicar a lxs vecinxs entre sí. La generación Z lo necesita profunda y urgentemente.
Porque son las personas pertenecientes a la misma las que más solas se sienten en sus propios barrios. Algo que, teorizan en un artículo en El Confidencial, puede deberse a dos factores claves. En primer lugar, el hecho de que “se relacionan y conocen a mucha más gente a través de Internet, por lo que no buscan crear estas amistades en el rellano o en el ascensor”. Y en segundo lugar, el hecho de que no suelen quedarse en una misma casa de alquiler mucho tiempo debido a la inestabilidad profesional y económica que hay en sus vidas. Están tan poco tiempo y con la perspectiva de que se irán tarde o temprano tan presente que pasan de hacer barrio. Y se les vuelve en contra.
Vivimos en sociedades indivudualistas
Pero también hay un factor cultural involucrado: la sociedad contemporánea inunda las mentes de individualismo. Hasta tal punto que mucha gente olvida la trascendencia de la conexión social y del sentido de pertenencia. Te hacen creer que vivir solx en una gran casa es la panacea y que ser capaz de estar contigo mismx sin parar es una muestra de estoicismo. Una patraña. Eres un animal social que solo es plenamente feliz en comunidad. Ayudando y siendo ayudado. De ahí que sea tan triste la conclusión de otro estudio, este elaborado por SoledadES, que prueba que “los jóvenes son los que más incómodos se sienten a la hora de pedir ayuda”.
Nos hemos vuelto locxs. Y el resultado es el aislamiento voluntario. En España lo padecen el 13,4% de la población, pero la prevalencia se dispara hasta el 21,9% en el caso de lxs jóvenes de entre 16 y 26 años. Se habla muchísimo de la soledad de las personas mayores (y es necesario), pero muy poquito de la que sienten personas como tú. Sí, tienes Whatsapp, TikTok, Instagram y Netflix, pero son pequeñas ventanitas al mundo y no verdaderas puertas de acceso. ¿Por qué no pruebas a hacer un poquito tuyo tu barrio? Háblale a la panadera. Pídele ayuda al vecino. Saluda sin miedo y levantando la cabeza del móvil. Ahí está la verdadera alegría. Lo descubrirás inmediatamente.