De entrada puede sonar exactamente a lo mismo las ideas de tener autoconfianza y autoestima. Sin embargo, conocer el importante matiz que las distingue puede ayudarte a mejorar ambas y te vamos a contar cómo, así como los ejemplos que te harán ver las principales diferencias. Para empezar, distinguimos que la autoestima tiene que ver con el concepto y el valor que tienes de ti mismx, mientras que la autoconfianza tiene que ver con la capacidad que te atribuyes de llevar a cabo actividades, tareas, etc.
Por poner un ejemplo, puedes tener mucha seguridad en ti mismx a la hora de saltar con pértiga o de escribir un informe y en cambio pensar que eres una persona muy poco válida, poco inteligente o incluso que no eres lo buenx suficiente en esa misma actividad en la que muestras tanta confianza.
La autoestima engloba todas aquellas percepciones, comportamientos y creencias sobre ti mismo. Tener autoestima significa quererse bien y tener una autoestima baja puede tener que ver con no tratarse bien a unx mismx.
La autoconfianza tiene más que ver con creer en ti mismx, en tus recursos, en tu capacidad, habilidades o juicios. Es evidente que con una autoestima mayor es más fácil tener autoconfianza, porque podríamos decir que esta forma parte de aquella, está dentro. Pero uno puede tener una buena autoestima conociendo bien los límites de su autoconfianza, ya que tener una buena autoestima no significa creer que eres buenx en todx, sino estar conforme con tus virtudes y conocer tus limitaciones sin que generen un daño excesivo.
La autoconfianza ayuda más a conseguir tus objetivos, la autoestima a sentirte bien contigo mismx. ¿Has sentido alguna vez que alcanzabas un objetivo vital y aún así sentías que no valías nada? Eso es falta de autoestima.
El digital La Mente Es Maravillosa cuenta en un artículo reciente algunas de las diferencias en mayor profundidad.
Diferencias más importantes
En cuanto a los propósitos, el digital señala que la autoestima define cómo te ves, te permite sentirte integradx, realizas evaluaciones subjetivas y sirve para construir una imagen saludable de ti mismx. Es una especie de fuerza interna que sirve como protector psicológico ante las inclemencias. La autoconfianza en cambio te puede hacer sentir más capaz de tus tareas en el trabajo, en los estudios, en el ámbito social, te sientes competente.
La autoestima es, por ejemplo, clave en las dinámicas familiares, que es donde se empieza a forjar. Se construye (y se puede destruir) a través de la relación con tus padres y hermanos y muchxs de los problemas de autoestima nacidos de la familia se pueden mantener en el tiempo.
La autoconfianza en cambio se construye más en base a logros personales y experiencias y desafíos. Ambos conceptos son importantes para la felicidad, pero si sientes que confías plenamente en tus aptitudes y tienes una autoestima muy baja, es probable que tengas que hacer un trabajo interno para ser más feliz.